Haciendo memoria de mi infancia y adolescencia, me acordé del VHS. Era como el DVD de nuestra época, podíamos ver videos y lo mejor de todo, grabar nuestros programas favoritos de la televisión.
Reconozco que era una adicta a este aparato. Lo encontraba lo máximo, era tan simple de usar y no requería mayor ciencia. Además, podía grabar todas las cosas que quisiera una y otra vez, porque esa era la gracia, poder grabar encima.
Aún tengo miles de esas cintas y la verdad es que me ocupan bastante espacio. Quizás eso era una de las cosas negativas que tenían, eran muy grandes. Además, se enredaban de la nada y lo peor era cuando no las podías sacar del aparato.
Lo bueno era que podías grabar: películas, series y todo lo que quisieras. A mí me gustaba poner en una cinta todo lo que tuviera relación con mis artistas favoritos. Tenía algunas dedicadas a Backstreet Boys, con sus videos, entrevistas, conciertos, cualquier cosa.
Con la llegada de Internet y del DVD, el VHS fue quedando atrás, lamentablemente para mí, que lo adoraba. Eso sí, todavía lo guardo en algún rincón de mi pieza.
Ahora, todo lo que no puedo grabar de la tele, lo guardo en mi computador o en mi cuenta de Youtube. Pero en aquella época, en los 90 y principios de 2000, era lo máximo.