Siempre pensé que una de las mejores decisiones que había tomado en la vida era la de irme a vivir sola, tener independencia, tomar mis propias decisiones, en fin, empezar a vivir como la adulta que soy. Todo suena perfecto cuando deseas tener esa clase de independencia, pero la realidad es un poco distinta y contradictoria.
Llevo unos días viviendo nuevamente con mis papás y ahora no me parece tan atractiva la idea de volver a estar sola. Definitivamente preferiría tener 13 años a ser una adulta con responsabilidades, tener que pagar las cuentas todos los meses, trabajar mucho para tener una vida medianamente cómoda y valerme por mí misma para todo lo que necesito.
Yo sé que suena un poco infantil lo que estoy diciendo, pero estoy segura de que muchas de ustedes, que ahora viven solas o con su pareja están de acuerdo conmigo. El “hotel mamá” es irremplazable y parece tener todo lo que uno necesita, amor, comida, un techo para dormir y cero responsabilidades.
¿Será que es así o en poco tiempo recordaré por qué me fui de la casa? ¿Ustedes qué dicen?