Foto: Aula Salud
Haciendo memoria de cuando era chica, me acordé de algunas travesuras que hice y que sacaron risas en familia más que castigo. Porque tengo que decir que era una niña buena y mis travesuras no eran tan malas.
Esta historia siempre me la cuentan mis papás, porque la verdad no me acuerdo, ya que debo haber tenido unos 3 años. A todos los niños les encanta jugar con agua y resulta que a mí también. No encontré nada mejor que agarrar la manguera y empezar a regar adentro de la casa. Creo que además iba persiguiendo a mi abuelo, que por cierto, me aguantaba y se reía de todas las tonteras que hacía.
No sé cómo habrá terminado la casa, pero parece que tampoco fue para tanto, ya que por lo que me cuenta mi familia, fue más chistoso que grave. Y es que en realidad la mayoría de mis travesuras las hacía con mis abuelos. Me encantaba cantarles y bailarles alrededor de su pieza, específicamente con un pandero que tenía. Marchaba por todos lados metiendo bulla hasta que los cansaba. Mi abuelo se reía a carcajadas y mi abuelita no me aguantaba mucho y les pedía a mis papás que me sacaran de ahí. Pobres!!!
Otra de las cosas que hice fue dibujar en las paredes. También era muy chica y se los mostré a mi mamá como si fueran mi gran obra de arte. Me acuerdo que incluso una vez rayé las puertas del clóset; parece que me gustaba dejar mi marca personal en distintas partes de la casa. Esas son algunas de mis travesuras, ¿Y ustedes, qué maldades hacían cuando chicas?