Una se desenvuelve en muchos círculos: las amistades del colegio, de la universidad, del trabajo, de la vida, incluso, esa gente que conoces hace tanto tiempo que ya ni recuerdas de dónde salió. Y eso le pasa a todo el mundo.
Uno tiene amistades tan distintas que siente que al juntarlas el mundo explotaría, el universo colapsaría porque no tienen nada que ver. Pero a veces se dan esos espacios de tiempo incongruentes -como los cumpleaños, matrimonios o coincidencias- y la gente se mezcla.
De esas reuniones, que empiezan tiesas y nadie se habla mucho, a veces terminan normales y hasta de buena manera. Uno cree que podría hacer más juntas masivas y revueltas; pero otras veces es un caos absoluto y se nota al vuelo que hubo amigos tuyos que pusieron carita buena haciendo un gran esfuerzo, como una demostración de amor hacia ti, con lo que te das cuenta de que, en la vida real, algunos amigos tuyos jamás tendrían lazos espontáneos, es más, podrían ser hasta enemigos.
A veces me da lata hacer estas mezclas. Otras veces creo que son interesantes experimentos sociales porque hasta pololeos cruzados han habido entre amigos que son muy equis. Ustedes qué onda son, ¿les gusta mezclar amistades o son puristas de sus círculos, y sus amigas del colegio jamás conocerían a las de la Universidad?