Foto vía Messen1
Hace un mes que decidí que nunca más me subiría al Metro para llegar o irme de mi trabajo. ¿Qué hice? Me compré un casco, guantes y saqué mi vieja bicicleta. El resultado es en general positivo, porque todo lo relacionado con el ciclismo es bueno:
a) Ahorro dinero: si bien pago escolar aún (me titulé hace poquito), igual me estoy ahorrando plata todas las semanas. b) Hago ejercicio a diario: mi trabajo es lo más sedentario que hay, estoy todo el día sentada frente al computador, por eso, la bici es mi forma de ejercitar sin tener que invertir tiempo extra de mi día. c) Ayudo al planeta: definitivamente, una bici contamina menos que un auto, que la micro y que el Metro, es cien por ciento limpia.
Así, me he vuelto una persona ahorrativa, deportista y verde. Todo sería perfecto si no fuera por un único y maldito detalle: los hombres mosca que revolotean y te molestan cuando te subes a la bici. Si antes viajar apretada, acalorada e incómoda en el Metro me ponía de mal humor, hoy son los hombres piroperos que abundan por las avenidas los que me rompen los nervios.
No uso ropa especial para pedalear, sino la que usaría en un día cualquiera: jeans, falda, shorts, mini, vestido. No me importa, me interesa sentirme cómoda y pedalear fresca. Sin embargo, el joteo masculino es directamente proporcional a la cantidad de piel que muestras. Así, se vuelve demasiado molesto andar en bicicleta en cualquier lugar.
¿Cómo no se pueden aguantar? ¿Es que nunca han visto una mujer arriba de una bicicleta? Como se dan cuenta, me molesta demasiado esa actitud de los hombres hacia una mujer que lo único que quiere es llegar tranquila y segura a su destino.
Yo soy de la opinión de que soy libre de maquillarme o ponerme la ropa que quiera y no me voy a andar tapando para evitar "incitar a los hombres". Los hombres tarados se motivan solos y buscan razones para justificar su calentura desbordada. Al menos así lo veo yo.
Así que no creo que la solución al excesivo piropeo sea cambiar mi estilo y empezar a vestirme como musulmana, sino que los calentones aprendan a respetar a las mujeres, sus hábitos y formas de vestirse. Por favor, que evolucionen, no estamos en la edad de piedra. ¿No creen?