Una de los tantos juegos que me encantaban cuando era niña, era hacer burbujas. No había nada mejor que ver todos los colores, lo grandes que podían llegar a ser y cómo se elevaban hasta que reventaban.
Me acordé de esto, mientras veía a un niño en la plaza jugando con un aparato que lanzaba burbujas. Y es que cada vez los juegos están más avanzados. El "lanza burbujas" que tenía este niño tiraba miles de burbujas al mismo tiempo, mientras se le prendían unas luces. Todo muy moderno.
Y a pesar que en el tiempo cuando éramos niñas habían unos tubitos que venían con una mezcla lista para hacer las burbujas, lo mejor era prepararlas tú misma con la combinación de detergente o jabón y agua.
Una vez que ya tenías tu mezcla especial de burbujas, tenías que buscar con qué lanzaras o formarlas. Generalmente las hacía con los tubos que sostienen el hilo para coser, hay algunos pequeños, pero yo las hacía con uno grande de plástico donde vienen los que son especiales para máquinas de coser. Con ese, me salían unas burbujas gigantes, y si querías unas más pequeñas, podías hacerlas con una bombilla.
Siempre quise tener esos juegos que mostraban en televisión de unos aparatos full sofisticados para hacer unas tremendas burbujas, pero la verdad es que tampoco eran muy asequibles para la época.
Los niños de ahora tienen mucha más facilidad para encontrar este tipo de juguetes, en varios tipos, a un precio bastante más bajo. Pero como todo antes era más simple, yo igual era feliz jugando con mis burbujas hechas en casa.