Ya queda muy poco para comience el Festival de Viña, catalogado como uno de los más importantes de Latinoamérica, pero la verdad es que con los años, cada vez lo encuentro más fome, o yo me he puesto muy exigente con mis gustos musicales. A pesar que no han sido de mi gusto, muy de vez en cuando traen artistas de corte más anglo que salen de lo común, pero por lo menos le suben un poco más el pelo del festival. Artistas como Sting, Tom Jones, Simply Red o Morrisey pueden ser del gusto de un público más exigente.
Otros eran los tiempos cuando traían cantantes que estaban en su peak, como cuando vinieron Backstreet Boys en 1998 y todas las niñas de esa época nos volvimos locas. O incluso artistas latinos como Luis Miguel (que se presentará en esta edición), Shakira o Alejandro Sanz, que tenían mucho éxito por allá en los 90. Pero ahora, da la sensación como si todos los años fuera lo mismo. Vienen los mismos de siempre, que se repiten el plato unas cuantas veces, si hasta pierde gracia verlos. Aquí podemos nombrar algunos como Ricardo Arjona, Chayanne, Juanes, que si bien tienen sus seguidores,ya es mucho verlos cada dos años en el festival.
Como a mitad de año, cuando se empieza a ver la parrilla que se verá en la próxima edición, salen a la luz tremendos nombres de artistas, con lo que incluso te haces la ilusión de que alguien importante podría venir. Pero nada, al final se desinfla, y terminan siendo los mismos repetidos de siempre. Además, los premios como gaviotas y antorchas, da la sensación que casi los regalan, perdiendo su total importancia.
Quizás antes se creaba más expectativa porque no habían tantos conciertos en Chile, entonces la única forma de poder ver un show con artistas internacionales era el Festival de Viña. Pero ahora tenemos tantos conciertos agendados, que tal vez este certamen quedó un poco de lado y cada vez llama menos la atención.
¿Y ustedes piensan lo mismo, cada vez les gusta menos el festival?