[gallery link="file" order="DESC" columns="5" orderby="title"]
Hace un tiempo, les conté del hallazgo de un repudiable tesoro: afiches de publicidad de los años 50 -y otros más antiguos- que eran un verdadero homenaje al machismo, promocionaban productos con horribles imágenes que vejaban a las mujeres. Algunas tan fuertes como la de un hombre golpeando a su esposa para "enseñarla" u otras que de lleno afirmaban que los hombres son más inteligentes que las mujeres. Súper violento.
En otro sitio encontré un nuevo compendio de afiches de este estilo, esta vez de los años 30. ¿Qué creen? Son igual de horripilantes y estremecedores: mujeres felices con sus lavadoras, siendo presentadas como más estúpidas que los hombres o poniéndolas en función de ellos, "ay, no quiero perder a mi marido, mejor cambiaré la marca del té". Una ridiculez muy humillante.
Si bien hoy la publicidad sigue siendo bastante sexista, mostrándonos dueñas de casas felices con su detergente poderoso e incluso planteando un hombre que sólo le interesa el sexo; cuando uno compara el modelo publicitario de hace 50 años, igual se nota un avance, aunque muy pequeño.
La publicidad es lejos uno de los elementos ideologizantes más fuertes. Es difícil que una publicidad rompa moldes, es más, hasta para el público es extraño ver una mujer que no sea flaca y hermosa promocionando tallarines. Como sea, piano piano vamos hacia un modelo más inclusivo y menos avasallador, uno donde no nos caricaturicen por nuestro sexo. Ojalá.
Visto en Buzzfeed.