Generalmente cuando nos mandamos algún fail en el trabajo, lo único que queremos es desaparecer. A veces nos cuesta reconocer que nos equivocamos y esperamos que la cosa no pase a mayores y que todos olviden el incidente lo más pronto posible. Pero, a fin de cuentas, eso no es lo más favorable para nuestra imagen.
Lo primero que tenemos que tener claro, es que TODO el mundo comete alguna falla en el trabajo. Como seres humanos no somos perfectos, por lo tanto, las metidas de pata son pan de cada día, sobre todo para las empresas con una gran cantidad de empleados.
Lo importante es afrontar el error, reconocer que nos equivocamos, pues eso demuestra madurez de nuestra parte y nos hace quedar como una trabajadora responsable. Cuando pides perdón, te ganarás el respeto y aceptación de los demás.
Por el contrario, si buscas excusas, comienzas a echarle la culpa a los demás, agregas demasiados detalles con el fin de que tu jefe se despite del problema que causaste, proyectarás la imagen de una persona inmadura y poco responsable.
A fin de cuentas, para un jefe es mucho mejor conservar a una persona que aprende de sus errores a otra que es incapaz de reconocerlos. No crees??