Si ya es difícil escoger la ropa que nos pondremos todos los días, más complicado se hace aún cuando no sabemos lo que tenemos o no tenemos idea dónde.
Nuestro clóset muchas veces puede ser un tremendo desorden, repleto de ropa que muchas veces ni siquiera nos ponemos o que está ahí desde hace muchos años.
Por eso, se hace completamente necesario que lo ordenemos y seleccionemos lo que realmente usamos. En el sitio The Glitter Guide, me encontré con algunos simples pasos para tener un clóset ordenado y organizado.
1. Remover: Sacar todas las cosas que tengas en el clóset, incluidos zapatos, carteras y accesorios, y limpiar el espacio.
2. Limpiar a fondo: Ordena tus cosas por categorías. Estas pueden ser “definitivamente se queda”, “podría ser” y “definitivamente se va”. Algo muy parecido a lo que hicieron las chicas de Sex and the City en la película cuando Carrie debía cambiarse con Big. Lo mejor es etiquetar las prendas con estas categorías, de manera que sea más fácil identificarlas.
3. Organizar: Cuando ya tengas claras las cosas que “definitivamente se quedan”, revisa si todo está en buen estado y limpio y vuelve a ponerlas en forma ordenada en el clóset. Este orden puede ser según las prendas que más usas a diario, por colores o como quieras. También es bueno que tengas varios ganchos para que tu ropa quede mejor dispuesta en el armario.
4. Volver a limpiar: De la categoría “podría ser”, lo mejor es comenzar por preguntarse si realmente la ropa que está ahí la vas a usar alguna vez o no y si te gusta. ¿Combina con tu estilo? ¿Te sientes cómoda con aquellas prendas? Si la mayoría de las respuestas son negativas, entonces es tiempo de deshacerse de aquel vestuario.
5. Eliminar: Con el último montón de ropa, el que “definitivamente se va”, puedes vender o donar las prendas. Muchas veces es bueno vender las cosas que están en buen estado y con ese dinero, comprarse cosas nuevas o bien ahorrarlo. 6. Mantener: Una vez que ya tienes todo en orden, trata de mantenerlo así. Sólo pon en tu clóset las cosas que estén limpias, en buen estado y que realmente te gusten. Si te falta espacio, guarda las prendas que no uses en esta estación, en maletas o cajas y luego las devuelves al clóset cuando las necesites.
Siguiendo estos tips, que son bastante fáciles, puedes tener más orden dentro de tu clóset y que no se te haga tan difícil en las mañanas elegir la ropa que te pondrás.