Lizzy Grant, más conocida como Lana del Rey, pareciera que tiene más detractores que fanáticos. Cientos de críticos de “la buena música” la han catalogado como una pin-up pacata y falta de gracia sin grandes atributos en el rubro artístico. Acá tres rápidas razones del por qué debería retirarse del mundo de la música:
1. Voz y discos: Su voz es lánguida y somnolienta. Hay quienes la catalogan como la Amy Winehouse estadounidense, pero la verdad es que está lejos de parecerse a su sombra. Su tono de voz no requiere de un esfuerzo adicional y la letra de sus canciones son materialistas y vacías. Como resalta la revista musical Rolling Stones, el último disco de la cantante (Born to Die, 2012) fue criticado fuertemente por el The New York Times: “Lana del Rey es un fraude, empezando por su nombre falso. […] La única opción real es que se lave su cara pintada, se cambie el pelo y vuelva a intentarlo dentro de unos años. Total, hay muchos nombres por ahí para elegir”.
2. Concierto: Sus shows en vivo no han sido del todo satisfactorios. En mayo de este año ocurrió uno de sus grandes fiascos, además del ocurrido en el programa Saturday Night Live. Se presentó en Madrid, España, con una puesta en escena extravagante y sin concordancia alguna: palmeras, leones y palmeras. Incluso el diario El País catalogó su concierto como “un fiasco soberano y manifiesto” agregando también que la cantante neoyorquina “se muestró plana, lánguida, aburrida e inexperta, pese al fervor del público en La Riviera”.
3. Superestrella flash: En el 2006 firmó su primer contrato con el sello 5 Points Records, pero no fue hasta el 2011 cuando el videoclip de su tema Video Games tuvo más de 20 millones de visitas. Este rápido ascenso a la cúspide de la fama mundial no significó que con el tiempo mejorara su voz ni tampoco la calidad en sus presentaciones en vivo. Lo cierto es que esta nueva mujer fatal no tiene cabida dentro de los expertos, tanto por su puesta en escena como su poco talento en el rubro musical.