Una amiga uruguaya lleva siempre su mate para todos lados, ya sea recorriendo su tierra natal o los países cercanos, en moto (sí, es motoquera y es buenísima. Incluso viajó desde su ciudad, Canelones, hasta Los Andes en Chile hace un par de años, entre otras aventuras). También se lo lleva de vacaciones cuando va a otras latitudes en avión. “Para qué beber tanto café o té, si tengo esta yerba”, me dice.
Argentinos y uruguayos comparten este gusto. Es tan popular que figuras como el Papa Francisco o Cristina Fernández lo beben. Incluso, hace un par días el diario español El País entrevistó al presidente uruguayo, José Pepe Mujica, y constató que al finalizar, él se tomó un mate.
Ahora que lo recuerdo, cuando vivía cerca de Chillán, mucha gente de mi familia lo tomaban con regularidad. Hoy, la gente más joven está explorando este gustito y se ha puesto un poco de moda.
Mucho se habla de lo bueno que es consumir mate, pero ¿qué hace tan buena esta yerba para que gane más adeptos cada día en nuestro país?. En primer lugar, el valor vitamínico es más alto que el del té verde. Es rico en vitaminas A, B1, B2 y C y, en potasio, magnesio, hierro y calcio. Fuente de antioxidantes, posee polifenoles que protegen de la destrucción y el envejecimiento celular. Actúa también como laxante natural, ya que estimula el movimiento intestinal. Al mismo tiempo, es un diurético natural y favorece la eliminación de la orina.
Para los que están en la U necesitan concentrarse, es un potenciador cognitivo. Al poseer mateína, estimula el sistema nervioso central lo que aumenta la capacidad de concentración y promueve la actividad mental. A diferencia de la cafeína, no posee los efectos secundarios como el desorden y problemas para dormir. También se asocia con propiedades antidepresivas. (Puedes saber más en este artículo de Universitarios.cl).
Esta yerba además ayuda a mantener las enfermedades a raya, ya que estimula el sistema inmunológico y eleva las defensas. Funcionando también como cicatrizante y astringente.
Se afirma que posee sustancias que calman la ansiedad y ayudaría en dietas de reducción de peso. Podría ser cierto ya que la mateína acelera el metabolismo de las grasas y calma el apetito porque produce sensación de saciedad. Eso sí, no se debe reemplazar alguna comida por el consumo del mate. Para este fin, por ejemplo, se puede beber en la mañana con azúcar, endulzante o amargo más un par de tostadas de pan integral con quesillo, jamón de pavo o un jugo natural de naranja.
La recomendación al prepararlo es usar 50 gramos de yerba mate con agua a unos 70 grados de temperatura, para aprovechar mejor los polifenoles que posee.
¿Te convenciste? ¡Todas a tomar mate!