No soy muy seca en la cocina y no me gusta tanto. Pero a veces me baja el entusiasmo y me dan ganas de preparar algo rico, sobre todo, cuando sé que irán amigos a mi casa. Más que por el gusto de cocinar, me agrada la idea de que la gente se sienta acogida en mi casa y ver que se coman felices algo que yo les hice me pone feliz a mí. El año pasado nos juntamos por primera vez a celebrar la Navidad. No me acuerdo si fue antes o después de la fecha oficial, pero nos juntamos. Intercambiamos regalos y todos preparamos cosas ricas. Armamos una cena exquisita, cada uno aportando con sus especialidades. Como yo no tenía ninguna me hice cargo de los copetes y preparé algunos tragos ricos. Pero sentí que no era suficiente. Quería hacerles algo distinto, rico y, para qué vamos a andar con cosas, fácil. Busqué y leí un millón de recetas en internet, hasta que di con mi “aporte perfecto”: el hummus.
Esta es una versión mía y súper casera del hummus, pero queda exquisita. Acá les cuento cómo se hace:
Necesitan:
1 taza de garbanzos
Ajo
Aceite de Oliva
Cilantro
Merquén
Sal y pimienta
Aliños (los que quieran)
Preparación: Lo pueden hacer con los garbanzos que vienen listos y cocidos en tarro o cajita. Yo me di el trabajo de cocer garbanzos de verdad. Se demoran un poco, pero vale la pena, eso sí debes dejarlos remojando del la noche anterior para que al cocerlos queden blandos.
Cuando tengas tus garbanzos ponlos en una juguera (o usa la minipimer), junto a 2 dientes de ajo y muélelos mientras vas echando el aceite de oliva , muy de a poquito y con un chorrito fino. Si sientes que has puesto mucho aceite, también puedes echarle un poquito de agua (así no queda tan pesado). Cuando tengas todo bien molido, agrega los condimentos y, si te gusta, unas hojitas de cilantro (o perejil). Vuelve a moler y agrega más aceite (o más agua) hasta que obtengas la consistencia pastosa/cremosa del hummus. Eso depende de cada una, hay quienes lo comen más espeso y otros lo prefieren más suave. Eso va directamente relacionada a la cantidad de aceite que uses. Yo me quedo con una consistencia intermedia, ni muy espeso, ni muy suave.
Cuando esté listo, pónganlo en un posillo bonito y agreguen de adorno más hojitas de cilantro. Pueden acompañarlo con galletas, papas fritas o, mi favorito, pancitos horneado con aceite de oliva y ciboulette. Manjar de dioses. Perfecto para los picoteos del fin de semana y mucho más sano. ¡Cuéntenme cómo les queda!