Siempre nos dijeron que la leche es lo mejor y nos asustan con lo mal que hace no tomarla. Pero también hay antecedentes que nos dan para pensarlo dos veces. Recientemente, la Escuela de Salud Pública de Harvard eliminó la leche de su lista de alimentos saludables. Además asoció su alto consumo a un “mayor riesgo de cáncer de próstata y posiblemente de ovarios".
¿Y qué pasa con el calcio? Recomiendan producirlo a partir de coliflor, brócoli y granos de diversas especies. Puede que muchos se pregunten ¿es posible? Sí y para no quedar en el puro de discurso, te damos al final una sencilla receta para producir tu propia leche. Y sin la necesidad de una vaca.
“Cuando dejé de beber leche hace algunos años toda mi vida cambió. Mi cuerpo empezó a vibrar en salud y mi mente se llenó de creatividad y alegría”, recuerda Belén Dussaubat, educadora de Alimentación Consciente y Autocuidado.
Como muchos otros, Belén, conocida también por su blog Chirimoya Alegre, considera que la leche de vaca “existe para nutrir al ternero. Así como la leche humana de la madre, nutre al bebé”. Otras consecuencias negativas de su consumo serían “alergias, dificultades digestivas, acidificación, debilidad ósea, desequilibrios hormonales”, entre otras, según explica.
Si te has fijado en las secciones naturistas de tiendas y supermercados, está la posibilidad de adquirir leches de origen vegetal. Pero generalmente se trata de productos importados, procesados y no muy económicos. Pero hacerlas en la casa es realmente fácil. Además no requiere cocción “responsable de la pérdida de valiosos nutrientes, como vitaminas, aminoácidos y omega 3”, advierte.
Este tipo de preparación tiene un aspecto similar a la leche de vaca y su sabor y valor nutricional, dependerán de la semilla o nuez elegida. Por esto se recomienda ir variando, para así incorporar distintos nutrientes. Se puede preparar con almendras, nueces, avellanas, cajú, macadamia, o con semillas de sésamo, cáñamo, maravilla, linaza, zapallo, quínoa, amaranto, etcétera. Belén nos comparte la receta:
- Activar la semilla/nuez elegida en abundante agua fresca-tibia por al menos 12 horas. Luego botar esa agua y lavar bien.
- A la licuadora, 1 taza de semillas/nueces por 3 tazas de agua. Moler bien.
- Filtrar con un paño o sedazo, para eliminar grumos, pedazos no molidos y cáscara
- Si se desea saborizar, añadir alguna fruta seca (dátiles, higos, ciruelas, pasas, cranberries), vainilla, cacao amargo en polvo, o estevia.
- Servir y disfrutar lentamente. Guardarlo al refrigerador por máximo 1 día, para evitar fermentación y oxidación