Tyra me encanta. Tiene carácter: defiende la belleza real y no se anda con rodeos a la hora de dar su opinión sobre moda o temas de actualidad. Es de esas mujeres que inspiran fuerza, capacidad de adaptación y carisma.
Me declaro fanática y me importa un pepino lo que piensen las “intelectuales y hippies desinteresadas por la moda”. Tanto me gusta su estilo que he visto las temporadas de America’s Next Top Model hasta el cansancio y podría nombrar al menos 30 concursantes. Es que su creación televisiva es entretenida y desmitificadora de lo que debe ser una Top Model.
Muchos no entienden mi apasionamiento. De hecho, no tengo cable así que veo los programas ultra repetidos en un canal de la TV abierta cada sábado y domingo. Es un tiempo sagrado para mí y ya nadie me interrumpe a esa hora. Simplemente todo mi entorno sabe que no se me moverá una pestaña y no pescaré hasta que termine el capítulo.
Para las que no la conocen Tyra nació en 1973. Es una supermodelo noventera y presentadora de televisión estadounidense (America's Next Top Model y The Tyra Banks Show). Fue un ángel de la popular y sensual marca Victoria's Secret y en el ’97 fue la primera modelo negra en posar para la edición de trajes de baño de la revista Sports Illustrated. Para que se ubiquen en el tiempo, andaba en las mismas pasarelas que Naomi Campbell y Valeria Mazza.
Desde chica le hicieron bullying por su amplia frente y delgadez. Plana como tabla, sacó cuerpo a los 16 y comenzó su carrera con Elite Model Management, después de haber sido rechazada varias veces por otras agencias. Desde entonces no ha parado y sus esfuerzos la han llevado a ser una de las mujeres más influyentes y emprendedoras del mercado de la moda mundial. Su gran hito: demostrar que es posible dar un salto desde la alta costura al mercado comercial y viceversa.
En tiempos en que predominaba la extrema delgadez, Tyra rompió cánones con una figura alta y voluptuosa (nunca la he escuchado hablar de cirugías, quién sabe…) así que trabajó duro para convencer a los diseñadores de moda de que su físico era apropiado para lucir sus colecciones. Y obvio que lo logró.
También ha incursionado en la música al lanzar el sencillo Shake ya body en la actuación al participar en series como The Fresh Prince of Bel-Air, Felicity y Gossip Girl y en papeles menores de películas como Coyote Ugly y Hannah Montana; y en la literatura con su primer libro Modelland, Best Seller en Estados Unidos.
Pero más allá de sus logros, lo que más me gusta de ella es su sencillez, su búsqueda de personas capaces de cambiar el rígido mercado de la moda y su mensaje de que todas las mujeres somos bonitas por nuestras imperfecciones y defectos, pues nos hacen únicas. Un discurso repetido y cursi que le creo sin peros.
Simplemente es feroz –tal como se autodefine- y quienes la siguen tienen claro que solo ella es capaz de sonreír con los ojos.
Una seca.
¿Cuál es tu modelo favorita? ¿por qué?