Aunque muchas veces salimos de la casa sin tomar desayuno o nos tomamos un yogurt apurados en el camino, sabemos que desayunar hace bien. No obstante, hay muchos que por costumbre o falta de tiempo hay muchos que no desayunan y otros que prefieren saltárselo, pensando en bajar algunos kilitos.
Más allá de lo saludable o no que sea no comer esta primera comida del día, hay estudios que avalan la importancia de tomar desayuno para perder peso. La idea es comer equilibradamente al levantarnos y así tener menos hambre durante el día.
Sin embargo, a la hora de revisar las investigaciones que se han hecho, los resultados son bastante contradictorios. Tanto así que ponerse a explicarlos, marea un poco. Pese a que hay algunos estudios que parecen desmitificar que el desayuno realmente ayuda a perder peso o que quienes lo toman son más delgados, como bien se pregunta la BBC, el asunto es menos enredado si volteamos la pregunta. ¿Qué fue primero, el sobrepeso o la costumbre de no desayunar? Es decir, estas investigaciones no exploran las causas, sino que simplemente toman una foto estática de un momento determinado.
Otro estudio dividió a mujeres obesas en dos rutinas distintas, consumiendo la misma cantidad de calorías, en el que un grupo tomaba desayuno y el otro no. ¿Los resultados? Quienes acostumbraban a saltarse el desayuno perdieron más peso que las que estaban en el grupo que sí desayunaba. Mientras que las mujeres del otro grupo, que sí desayunaba antes del experimento, bajaron de peso si dejaban de desayunar. Es decir, el cambio de rutina fue el factor determinante a la hora de perder kilos. Pero más allá de discusiones científicas, lo cierto es que basta con aprender a escuchar mejor nuestro cuerpo. Si comimos mucho la noche anterior y despertamos con el estómago pesado, es difícil sentir ganas de tomar desayuno.
Por último, a la hora de perder peso, por su puesto que también influirá el tipo de desayuno. Si comemos huevos y tocinos como vemos en las películas gringas o nos atragantamos con cereales llenos de azúcar y que han demostrado ser menos saludables de lo que dicen, así es fácil terminar engordando y perjudicando nuestra salud.
Y frente a la sagrada trinidad de la marraqueta, la mantequilla y el té que acompañan el desayuno en muchas mesas chilenas, ¿no sería bueno ir variando nuestra primera comida del día por alimentos más saludables, como frutas, avena y cereales integrales? Como sea, quieras bajar de peso o no, la decisión de tomar o no tomar desayuno y qué comer, es de tu estómago. Coincidamos que sentirlo vacío no es muy motivador para empezar el día.
¿Ustedes toman o no toman desayuno?