¿Cuántas de ustedes han tenido una relación parecida a una dictadura, en la que uno siempre quiere llevar la batuta y manejar todo a “su pinta”? El punto en que empiezan a pensar en quién manda al otro es cuando las cosas no están bien porque aunque suene “hippie” todos son independientes de sí mismos y la persona que no esté de acuerdo es un nazi. Creo que cuando no se está contento con la relación lo mejor es cortar por lo sano, aprovechar el espíritu de la juventud y tratar de no caer en lo que ya sabemos.
Un amigo me dijo una vez algo que aún no olvido y que me ha servido (todo esto por su experiencia con una mina que intentaba controlar la relación), y fue lo siguiente: me puse en el lado de las minas malas, los malos, los “emo” y en ninguna encajé, eso me ayudó a darme cuenta de que una actitud despreocupada me hacía triunfar”. Lo que me queda es que los rollos en las parejas son por “poder”, entonces cuando anulas eso todo se resume a algo sin importancia y la idea de posesión ya no existe, porque no hay una carga sobre el otro. La gente tiende a ser egoísta y por eso cae en dictar sus medidas a los demás. Siento que el hecho de no “estar ni ahí” con querer mandar al otro es lo mejor, no pasas a ser un tal por cual, eres real.
Al final la gente se acusa sola con sus actos y cuando comienzan las excusas florecen los signos de problemas. Es importante ponerse en el lugar del otro, ¿si te entregaran la respuesta que tú estás dando, te gustaría?, ¿hasta dónde aguantarías? Sería ideal tener un manual para detectar los dramas y no seguir posponiendo la vida cuando ya no se puede aplicar solución. Hay personas que olvidan como adoran su libertad cuando comienzan una relación.
Y ojo que esto puede llegar a extremos, tanto con violencia psicológica como física, sólo por tener la razón. En lo personal, adoro los consensos, y en serio, ¡hagamos el amor y no la guerra! ¿Y ustedes, cómo llevan su relación?, ¿han vivido una tortuosa dictadura?