Tejo Mandalas hace un par de meses. Siempre me han llamado la atención, sus figuras redondeadas, geométricas y tan perfectas que invitan a un viaje interior. La experiencia ha sido bella, porque eso es: una experiencia de conexión con uno mismo que se siente en las manos, la cabeza y el corazón.
El concepto significa Círculo Sagrado y en esté hay representaciones simbólicas (como deidades, chakras, sueños, etc). Hay orígenes en diversas culturas de oriente y occidente. Es, para muchos un rescate de lo divino (sea de la creencia que sean) y una herramienta de autoconocimiento por sus amplias cualidades meditativas.
Por ejemplo en la cultura Hindú están los Yantras, mandalas que son utilizados para como un puente entre el hombre y la divinidad. En la cultura Budista, por su parte, hay Mandaras, o sea imágenes de deidades repetidas en la composición.
Quienes los confeccionan se van "hacia adentro” sin siquiera proponérselo conscientemente. Surgen así pensamientos y sensaciones que muchas veces aclaran ciertos temas no resueltos y que de paso nos sanan. Solo hay que darse tiempo y practicar sin auto exigencias y cariño por el espacio que nos estamos regalando.
Quienes se especializan en su creación y enseñan distintas técnicas dicen que éstos objetos permiten cambiar o al menos flexibilizar esquemas mentales y falsas creencias.
Además de tejidos, con lanas y/o hilos de colores, en palitos de brocheta, maqueta o en ramitas de árboles recién podados (como las de cerezo, tan típicas de esta época del año), pueden ser dibujados y pintados. No hay reglas, solo algunos pasos que se aprenden fácilmente y que luego permiten echar a volar la imaginación.
Es también una manualidad ideal para enseñarle a los niños, pues aumenta su concentración, se divierten y desarrollan su motricidad fina. El colorido es un foco de atención que los entusiasma. Para las más grandes sirve de terapia personal.
Los mandalas tejidos armonizan los ambientes, especialmente de quienes somos fans de las velas, los inciensos y las figuras con sentido mitológico y sagrado. Además son un lindo regalo que podemos hacer para las personas que cumplen un rol importante en nuestras vidas.
De verdad ¡las invito a acercarse a esta técnica! ¿Has confeccionado alguno?