Las pastillas siempre han sido ese mal necesario, por lo menos para mí. Sin embargo, las prefiero mil veces antes que otros métodos de anticoncepción. Muchos hablan de los posibles efectos secundarios pero encuentro que no es nada tan terrible para todo lo que hacen. Aunque también hay que saber escoger un buen ginecólogo que te de las pastillas indicadas para tu cuerpo. Por eso, si descontinuaron la marca que usualmente comprabas no hay que entrar en pánico, ya que tomando las decisiones indicadas, esto será como si nunca hubiese pasado nada.
Si tienes que cambiar de pastillas, lo primero que siempre debes hacer es pedir una hora con tu ginecólogo. En el caso de que lo quieras cambiar busca uno que tenga una buena reputación o que por lo menos te de confianza. Si quedas un poco indecisa respecto a lo que te dijo anda a consultar a otro médico. Piensa que solo es gastar media hora de tu tiempo. También siempre dile si tienes alguna enfermedad, muchas veces eso influye en los componentes del anticonceptivo que te pueden dar.
Cuando las compres, fíjate bien en los efectos secundarios. La idea es que tampoco andes paranoica, por eso, cuando los tomes olvídate de esto. Pero si pasan los días y te sientes pésimo consulta inmediatamente a tu doctor. Puede ser que en verdad esas pastillas no sean para ti. Tampoco te dejes llevar por el típico cuento de que ‘a una amiga de una amiga le pasó lo mismo y quedó internada en la clínica’. Espera que tu ginecólogo te diga si es necesario que las dejes. Recuerda que las pastillas no son como comprar cualquier cosa, debemos tener las que más se acomoden a nuestros organismos, por eso, no cambies de marca así como así. La idea es que todo, como por ejemplo tomarlas a la hora exacta, debe ser tal como te lo piden.
Quizás más de alguna se sintió algo asustada cuando leyó la noticia de las chicas canadienses. Donde 23 mujeres murieron por tomar una de las pastillas más vendidas a nivel mundial, y que también se comercializan en Chile: Yasmin y Yaz. Aunque esto un caso sumamente grave, eso no significa que a todas les va a pasar lo mismo. Si ya no puedes comprar tus pastillas usuales solo pide una hora y jamás te auto mediques. Es que las pastillas son este tipo de cosas donde tienes que ser totalmente responsable. Si decides que quieres que tu método anticonceptivo siga siendo éste, hazte la idea de realizarte los exámenes, ir a consulta y tomarte un vaso de agua junto a la famosa pildorita todos los días.
Y a tú, ¿también tuviste que cambiar tus pastillas?