Desde hace un tiempo, hemos podido observar que existe el boom de los quemadores de grasa. Éstos se venden en forma de pastillas en varias cadenas farmacéuticas y son de fácil adquisición porque no necesitas de receta médica para comprarlas. Estas píldoras están compuestas de productos naturales, que mujeres y deportistas se han encargado de popularizar a través del boca a boca en este período invernal. Además, en las farmacias han favorecido estratégicamente donde poner estos productos para que sean de fácil ubicación y compra para los potenciales consumidores.
Las píldoras más populares son: Thermo Fat (quema grasa, aumenta la saciedad), V-Plano (reductor de grasa abdominal) y Benicia Thermo (quema grasa y aumenta la saciedad).
Los componentes naturales actúan como disminuidores de grasa en el abdomen y en las piernas, queman grasas e inhibe el apetito. Los valores fluctúan entre los $9 mil y $30 mil por 60 a 90 píldoras.
Esto suena al sueño del pibe. Pero ¿por qué la automedicación de píldoras que parecen totalmente inofensivas deberían ser consultadas por un médico? La ingesta de quemadores de grasa pueden funcionar mientras la persona esté a dieta, pero una vez que el régimen se elimine es posible subir hasta el doble de lo perdido.
Todos los organismos son diferentes al igual que los antecedentes médicos y la masa corporal, por lo que una visita al médico para establecer cuál es el rango de peso ideal puede ayudar a finalmente obtener la meta deseada.
La gran mayoría de las personas que compran estos productos son las que poseen una mayor masa corporal que fluctúa entre el 26 o 27, cuando la ideal está entre 18,5 y 24,9. Por lo tanto, una persona con estas características siempre debe combinar el ejercicio físico con una ingesta equilibrada de alimentos. Y si además adhiere las pastillas quema grasa, el resultado será favorable.
Pero en los individuos con obesidad hay que tener mucho cuidado porque lo que realmente los aqueja es una enfermedad crónica y la automedicación podría conllevar a un peligro inimaginable. Por ejemplo, muchas personas no saben que poseen resistencia a la insulina, hipotiroidismo o desórdenes alimenticios que los hacen ser obesos.
Y la automedicación de estas píldoras en vez de ser la solución a esos kilos molestos, podrían generar serías anomalías en el organismo como: taquicardia o alguna descompensación. Además, si se dejan de tomar es muy probable que se suba el doble de lo que se perdió.
Si quieres comprar algunos de estos “quema grasas” tu obligación como consumidor responsable sería visitar a un médico, informarte correctamente sobre los componentes de cada cápsula y saber si éstos a su vez no son contraproducentes con otros medicamentos que ya estés ingiriendo, y sobretodo, ver si realmente los necesitas.