Hemos crecido viendo películas románticas. Desde el amor imposible con Romeo y Julieta hasta la muerte de Jack en Titanic. La mayoría de las veces nos enternecemos al ver estas escenas. Es que nadie más que el séptimo arte puede contar tan bien una historia de amor. Pero ahora pensemos, si algunas de estas grandes proezas las lleváramos a nuestra vida cotidiana, quizás, nos encontraríamos con algo completamente distinto. Porque en verdad, algunos gestos de parte de las personas o momentos equivocados, pueden ser escalofriantes. Un ejemplo es 10 Thing I Hate About You, la chica interpretada por Julia Stiles se enamora de un chico que cree conocer hasta que se da cuenta que le miente. Él desesperado decide cantarle a capela en el estadio del colegio. Si lo vemos en la tele lo encontramos totalmente enternecedor, pero, ¿qué pasaría si eso sucediera en la realidad? Imagínense un pinche les canta una serenata en el patio de la universidad o en el trabajo frente a todos los compañeros. Lo más probable es que trataríamos de escondernos donde sea.
Otro caso es el de 50 First Dates, donde Adam Sandler se enamora de una chica que pierde la memoria todos los días. Por eso, cada mañana inventa una nueva forma de conocerla. Aunque es casi imposible pensar que alguien podría hacer esto, veámoslo de una manera fría. El hombre la sigue a todos lados, en otra situación eso sería acoso. Pero claro en el film tomamos en cuenta que al final los dos se enamoran.
Sin embargo, qué pasaría si ese no fuera el caso. Creo que todas las mujeres, aunque sea alguna vez en la vida, van a tener un alguien que se va a obsesionar un poquito de ellas. En ese escenario, que él nos siguiera o que nos dedicara canciones o nos enviara cientos de flores, sería algo que nos daría miedo. En el peor de los casos no sabríamos cómo actuar ni decirle al pobre chiquillo que no estamos ni ahí. ¿O quizás lo estoy viendo de una manera muy fría?
También, no sé si es porque somos más sentimentales, pero generalmente estos actos nos enternecen en vez de enojarnos o alejarnos. Pero imagínense una mujer haciendo eso a un hombre. Lo más probable es que él se pavonearía diciendo que la “tiene loca” o saldría corriendo esperando no verla nunca más.
Si bien, nadie puede negar que un detalle de vez en cuando es completamente bienvenido, igualmente debemos aceptar que hay límites. Quizás las más románticas no van a estar de acuerdo, pero creo que más de una va a entender que muchas veces lo que vemos en la pantalla se aleja bastante de lo que en realidad queremos.
Y tú, ¿has sido protagonista de alguno de estos gestos?