Me encantan las cosas naturales, mientras más lo sean mejor, cuando chica mi vieja me enseñó a comer frutos secos en vez de dulces o masticables, aunque con el chocolate no lo logró, soy una adicta.
Cuando descubrí que las propiedades del azúcar rubia son más sanas, adoré más aún a mi mamá. Posee melaza, lo que hace que puedas encontrar en ella hierro, potasio, calcio y magnesio. Estas exquisitas características hacen del azúcar rubia una excelente opción, porque es más “rica” en esos minerales y es menos procesada que la convencional, si te encuentras en un periodo de transición hacia lo sano y natural, ¡este tipo es perfecto!.
En lo personal prefiero tomar miel en vez de cualquier tipo de azúcar o endulzante, es más liviana y rica y en algunos casos, cuando de agüitas de hierbas se trata me gusta que no tengan nada más que la bolsita (¿y a ustedes?) Creo que por la forma desnivelada que se está optando en el mundo respecto a la comida, siempre es positivo irse por los detallitos que equilibran de alguna forma todo lo que ingieres en el día.
Actualmente la gente anda muy apurada y no siempre se da los tiempos correspondientes respecto a los alimentos diarios, cosa que es súper importante. Si andas preocupada de tu peso-figura pero “tragas todo rápido”, tomas bebida en vez de agua, prefieres las grasas saturadas y además agregas azúcar a todo, claramente esa preocupación es sólo un dicho y no una acción. Son los detallitos lo que ayudan a hacer de ti una persona más sana y feliz. También puedes cocinar con ella y tener resultados igual de buenos que con el azúcar convencional de remolacha. Pruébenla, ahí nos cuentan qué les parece esta opción.
Les dejamos una receta a base de azúcar rubia (la súper recomiendo): Bizcochitos de zanahoria. Necesitan: - 1 kilo de zanahoria lavadas sin pelar, ideal picarlas en la picadora.
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1/2 taza de semillas de linaza (remojar en 1 litro la noche anterior).
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1/2 taza de aceite.
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2 tazas de harina integral.
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3 cdtas de polvos de hornear.
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3/4 de azúcar rubia.
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3/4 taza de avena integral.
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Semillas de girasol o sésamo tostado.
Preparación:
Mezclar los ingredientes. Agregar el agua en cantidad suficiente para dar consistencia de bizcochitos. Ponerlos en asadera enmantequillada o en moldecitos. Hornear a fuego moderado hasta que estén un poco doraditos y listo, ¡a disfrutar!