¿Con qué conceptos asocias al invierno? yo al sueño y frío. Ambos se potencian, invitándome a quedarme un ratito más en cama cada día. Creo que no tiene nada de malo, pero que me quita tiempo para hacer otras cosas como, por ejemplo, ejercicio.
¡Cuesta tanto! el clima y las ganas simplemente no juegan a favor, pero no queda más que cambiar la actitud y hacer un esfuerzo, pues está demostrado que intentarlo a primera hora tiene muchos más beneficios, como: - Mejor despertar: cambia el café por una buena dosis de oxígeno. Tendrás mejor humor contigo y hacia los demás.
- Determina un horario: esto elevará tu disciplina. Si “estiras el chicle” o “pateas el tema” con frecuencia tu cuerpo estará más cansado para responder y las actividades serán un suplicio para ti.
- Quema el doble de grasas (pero sin obsesionarte): por las mañanas las reservas de carbohidratos están bajos. Si haces algunos movimientos acelerarás el metabolismo y perderás más calorías, incluso después del deporte.
- Despierta tu mente: si creas un hábito, tu cabeza estará más atenta y asumirá paulatinamente lo bien que te hace poner el reloj despertador y levantarte al menos media hora antes.
- Duerme mejor: durante la noche tu cuerpo se relajará más que antes. Así tus tejidos se renovarán de mejor manera. Te sentirás renovada y bella al despertar, unos buenos incentivos para seguir la rutina.
Además, puedes hacer ejercicios en casa –como sentadillas, abdominales o algunas rutinas de yoga, ir al gimnasio y/o salir a caminar, trotar o andar en bicicleta, porque todo sacrificio, en este sentido, sí que vale. Y mucho.
De todos modos no es necesario pasar largas horas haciendo gimnasia. Una rutina corta, intensa y bien hecha de ejercicios, por ejemplo, en una bicicleta estática tres veces a la semana, es sumamente efectivo para una buena salud y el procesamiento del azúcar en el organismo.
Y tú ¿a qué hora prefieres hacer ejercicio? ¿lo tienes instalado en tu estilo de vida? Foto Creative Commons del flirk de jamelah e.