Hay 2 cosas que me gustan sobre esta película que son lo único que necesito saber para verla. La protagoniza Jake Johnson (Nick Miller en New girl) y la dirige Joe Swanberg, un cineasta independiente que se caracteriza por hacer películas “realistas”, de esas con las que te puedes identificar fácilmente, porque muestran situaciones cotidianas tan naturales como las que viviría uno.
La historia es así. Kate (Olivia Wilde) trabaja en una planta que produce cerveza artesanal, donde es compañera de Luke (Jake Johnson). Ambos son amigos hace tiempo, sin embargo, la tensión sexual es evidente, aunque ellos traten de disimularla a toda costa y engañarse a sí mismos, porque los dos tienen pareja. Kate sale con Chris (Ron Livingston), un empresario musical con buena sólida situación económica, mientras Luke, está de novio con Jill (Anna Kendrick), una chiquilla buena con la que planea casarse y tener hijos.
Todo anda bien, hasta que los cuatro deciden irse juntos a la playa por el fin de semana, la cosa se empieza a desarmar y las historias se empiezan a cruzar. Y justamente aquí está la gracia. Porque el director y su estilo prometen que el desarrollo de los conflictos no tengan nada que ver con una clásica comedia romántica. Lo malo es que Drinking Buddies probablemente nunca llegue a las salas de cine chilenas, por lo tanto, las esperanzas como siempre quedan puestas en nuestro fiel amigo llamado internet. Acá les dejo el tráiler.