Recuerdo que la primera vez que la escuché jamás la asocié a una mujer delgada, de tez blanca y con un tremendo jopo en la cabeza (peinado beehive, le dicen). Sólo sentí la potencia de su voz y ese registro que la hizo y aún la hace tan especial. Hoy, Amy Winehouse cumpliría treinta años y estoy absolutamente segura que continuaría siendo la misma loca linda y talentosa que fue.
Y es que la gente que tiene esa energía sobre el escenario no se olvida nunca. Deja huellas. Su música suena y resuena siempre. De hecho, siguen apareciendo temas que nunca vieron la luz y que ahora suenan distinto, con un color diferente.
Hace dos años los excesos se la llevaron. Quizás también lo fue la falta de una guía que la hiciera tomar nuevamente el rumbo. A veces ser tan talentoso hace que uno pierda el norte o que se enfoque en cosas en las que normalmente no centraría la atención. Las drogas, el alcohol y los desórdenes alimenticios fueron más fuertes, pero ahora, luego de su muerte, Amy Winehouse Foundation ayuda a que los jóvenes no sufran lo mismo, darles una mano para que no lleguen al extremo.
Durante toda esta semana, en su querido Cadmen –barrio de Londres donde vivió e inició su carrera- le han rendido tributo. Y es que no es menor lo que ella hizo. Se llevó 5 Grammys de los 6 a los que estaba nominada por su increíble "Back to Black", disco que se convirtió en el más vendido durante el siglo XXI en el Reino Unido.
Soul, jazz, R&B e incluso ska se mezclaron en sus melodías y en su potente voz. Energía desbordante, pasos de baile de los ’50, peinados particulares, tatuajes, mini vestidos, delineados extravagantes. Todo formaba parte de ese personaje que extrañamos, de esa voz que recordamos, de esa historia que sirve para aprender y ayudar a otros.
¡Feliz cumpleaños, Amy! Acá seguimos disfrutando con tu música y esa energía incomparable que nos dejaste. De seguro estarás festejando sobre un escenario repleto de gente disfrutando de tu estilo y sonoridad.