Si lo que quería era llamar la atención, lo logró. Es simple. Después de su presentación en los VMA 2013 consiguió que todos habláramos de ella, y sea una buena o mala opinión, todos dijeron algo. Y es que no debe ser fácil cargar con el estigma de personificar a la chica dorada de la televisión infantil, amada por miles de niñas que la siguieron por más de 5 años en Hannah Montana, pero ¿será necesario hacer tanta tontera para decir “mírenme, ya crecí”? Ha pasado más de un año desde que nos hemos ido enterando de todos su cambios de look, sus tatuajes, que se compromete, que se separa, que hace un topless, de sus fiestas, etc., por supuesto combinándolo con alguna canción o disco nuevo.
Creo que Miley se está pasando. Como que todavía no logra encontrarse luego de ser tantos años Hannah Montana. Como si necesitara gritarle a todo el mundo que ya no es esa niñita, y al sentir que no la escuchan tiene que hacer “algo” que realmente demuestre que está grande, independiente, que es súper sexy y que, además, puede sacar la lengua en cualquier ocasión y de cualquier forma. (Como en esta foto que le sacaron haciendo su famoso "twerk" - después del salto-).
Hay muchos artistas que parten desde muy pequeños y van creciendo a la par de sus fans. Por lo mismo, no es necesario hacer tanta tontera para decirles “miren, ya crecí”, los fans no nacieron ayer y van entendiendo que los años pasan, las modas cambian, los estilos musicales se renuevan y, también, uno valora cuando el artista se pone en nuestro lugar y no se queda pegado con el personaje que lo vio nacer. Eso me pasa con Miley, siento que realmente busca llamar la atención y no es cautelosa en absoluto. Vive en un llamado de atención desesperado y constante. Y ¿será necesario? Creo que todos nos dimos cuenta que Hannah Montana creció, mejor aún, que Miley creció. Todos nos dimos cuenta que le queda bonito el pelo corto, que ya no necesita usar ropa de niñita, pero de verdad no me interesa verle todos sus tatuajes o ver sus tetas en la mayoría de sus últimas fotos.
Lo que hizo Madonna en su tiempo, Lindsey Lohan o la mísmisima Britney Spears, ya está. Algunos medios decían que quizá la presentación de Miley en los VMA 2013 era una parodia a las cosas grotescas que siempre pasan en ese escenario e, incluso, Miley recalcaba que los medios se fijaron sólo en ella y no en su acompañante Robin Thicke (lo que resulta ser bien machista, digámoslo). Pero cuando el techo de vidrio es tan grande, es difícil verle el lado positivo o creativo a esas manifestaciones artísticas.
Quizás, todo esto es parte de su camino de crecimiento, de encontrarse o reencontrarse. El talento lo tiene, con eso puede seguir trabajando bastante tiempo más. Ojalá que poco a poco entienda que los fans no necesitamos saber tanto, ni ver tanto llamado de atención. No somos tontos, queremos disfrutar de un buen show.
Foto vía Rolling Stone.