Me levanté, tomé la bicicleta, me fui a trabajar, hice un informe, escribí, twittié un par de veces, tomé la bicicleta me fui a juntar con mi amiga Karen, tomamos sangría, comentamos sobre lo rutinaria de nuestras vidas, pensamos en qué podríamos hacer para que fuera más interesante, nos despedimos, tomé mi bicicleta y me fui para la casa.
Me levanté, tomé la bicicleta, me fui a trabajar, escribí, me enojé, me desenojé, almorcé una ensalada, mi amiga Claudia llamó para contar que estaba embarazada, lloré un poco, tomé mi bicicleta, me fui para la casa, cociné para el día siguiente y me puse al día con mis series.
Llegó el fin de semana, el viernes estaba muy cansada como para salir, así que el sábado me levanté a las 11:00, me fui a almorzar con tres amigos, la carne estaba dura, me tomé tres pisco sour, pasamos la tarde juntos, seguimos comiendo, tomé vodka, nos fuimos a bailar, tocaron 3 de mis canciones favoritas, grité, salté, dije que no a un tipo con camisa rayada, dije que sí a uno que me sonrió primero, bailamos más, se hizo tarde, me fui a mi casa.
El domingo me levanté tarde, tenía caña, pedí comida china, encontré por casualidad Los Puentes de Madison en TCM, lloré un poco, la verdad lloré harto, me llamó mi hermana, hablamos una hora, nos matamos de la risa pelando a mi papá y sus manías chistosas, me comí un pan con palta, me acosté a dormir.
Me levanté, tomé la bicicleta, me fui a trabajar, un compañero se cayó de la silla, fue demasiado chistoso, escribí, fui al banco, una amiga me invitó a almorzar, escribí, tomé la bicicleta, me fui a mi casa, pero pasé de largo, porque tenía ganas de seguir pedaleando, pasé a buscar a un amigo, volvimos a mi casa, hice un brownie, tomamos café y vimos tele.
Me levanté, tomé la bicicleta, me fui a trabajar, me dolió el estómago, me duele desde hace un par de días, pedí la tarde libre, fui al doctor, me metí a Facebook y una amiga había posteado que está cansada de su trabajo y que quiere un cambio de vida. Pensé, “sí, sería lindo” y puse Me Gusta. Fui a tomar once con la Claudia, me contó que la guagüita será hombre, se llamará Manuel. Me emocioné y le toqué la guata. Comimos pan amasado y me dolió el estómago de nuevo.
Mi amiga Dani me cuenta que se irá a Canadá. Me cuenta que vive en Montreal, me cuenta que ha sido el mejor año de su vida, me cuenta que se enamoró. Mi amiga volvió de Canadá. Yo sigo aquí.
Me levanto, tomo mi bicicleta, me voy a trabajar, pero sin ganas. Pienso en todo eso que siempre hablo con la Dani, que siempre hablo con la Karen. Todo eso en lo que siempre pienso. Pienso. Y finalmente siento que es hora de dejar de pensar. Estoy a punto de hacerlo. En noviembre les cuento como me fue.