Desde hace un par de años es que sé de la existencia de las toallas higiénicas de tela. Claro que no porque se hayan inventado ni descubierto, tomando en cuenta que las compresas de tela fueron el mejor aliado menstrual para nuestras abuelas, sino porque las estaban volviendo a usar mujeres jóvenes.
Muchas se preguntarán ¿por qué volver a usar un método que dicen ser más incómodo y no desechable? Mi teoría apunta a la alta toxicidad descubierta en tapones y toallas higiénicas desechables que, entre otras cosas, poseen asbesto para hacernos sangrar más (Departamento de Biología Molecular, Universidad de Illinois, EE.UU), dioxina para blanquear las fibras del algodón y rayón para mayor absorción. Todos elementos químicos, tóxicos, que nos pueden provocar cáncer de útero y cérvix, endometriosis, problemas con nuestro sistema inmunológico y reproductivo (alteraciones en la mucosa del útero, endometrio y bajo contenido de esperma en los hombres), shock tóxico; septicemia generalizada con síntomas como fiebre, dolores musculares, visión borrosa, manchas en la piel y vómitos, problemas en el embarazo y posible desarrollo de malformaciones en el feto. Sólo en 1979 cincuenta mujeres murieron a casusa del shock tóxico y en 1980 se conocieron alrededor de 814 casos relacionados con el uso de tampones. Sin ir más lejos, hace un par de días se conoció la noticia de la joven británica de 14 años que murió tras usar su primer tampón. Se plantea que en la actualidad se encubren muchas de las enfermedades que nos produce el uso de toallas y tampones (al igual que los anticonceptivos), todo bajo la lógica del consumo de la industria cosmética y farmacéutica.
Por todos estos motivos, además de que todos estos elementos no son ni biodegradables ni desechables, es que muchas mujeres apostaron a volver al antiguo método de las toallas higiénicas de tela, las cuales puedes fabricar tú misma con un trozo de tela 100% algodón, sin químicos ni preservantes.
Lo ideal es poder fabricar las suficientes para no tener que estar restregando toda la mañana para poder utilizar una, ya que como no se desechan luego de usarlas debes dejarlas remojando en agua.
Otra opción muy cómoda y práctica para quienes quizás no tengan ni el tiempo ni las ganas de fabricar sus propias toallas ni restregarlas es la copa menstrual Mia luna, fabricada con silicona médica hipoalergénica, que tampoco contamina y prescinde de elementos tóxicos que tanto daños pueden ocasionar en nuestro cuerpo.
¿Te atreverías a probar algunas de estas alternativas? NOTA: Cada mujer utiliza alrededor de 14 mil unidades de toallas higiénicas durante todo su período fértil. En Chile, en promedio hay 7.700.000 mujeres, por lo tanto, se arroja un total de 107.800.000 toneladas de basura, sólo en toallas higiénicas.
DATO: Pueden encontrar las toallitas de tela en lunamamaluna.blogspot o en gotadelunatoallitas.blogspot Imágenes ClanEco