Hay personas que tienen esa facilidad. Yo no. Y no es que sea poco sociable o tímida. Pero simplemente esas cosas no me pasan a mí. Sé de gente que siempre conoce a alguien en la calle. Me refiero a una plaza, una sala de espera, el estacionamiento, el metro, el paradero, en fin.
Tengo una prima que conoció a su actual pinche en la oficina de una constructora, comprándose un departamento. Bueno, el tipo era el que se lo vendía. Pero igual, yo creo que jamás le habría puesto atención, es como fijarse en el cajero del banco. No sé, esa gente que a diario es como un poco invisible. La cosa es que como él tenía su teléfono la llamó, la invitó a un café y listo. Ahora salen. Yo lo habría encontrado muy jote.
Una amiga me contó hace poco que una amiga de ella había conocido a un chiquillo en la plaza. Un día ella tenía pena, él se acercó y la invitó a tomar helado. Tierno, pero raro ¿o no? yo creo que desconfiaría. Si eso me hubiera pasado a mí, le habría dicho que gracias, pero no. ¿Eso es malo?
Una amiga del sur, conoció a su ex pololo en un paradero. Se veían todos los días. Los dos esperaban la misma micro, a la misma hora. Se miraban a veces. Sonreían. Pero no pasaba nada. Ella le encontró pinta de menor y se limitó a coquetear sutilmente. Hasta que un día, el le habló, luego le habló un poco más y después ya conversaban de lo lindo. Se juntaban, iban al cine, tomaban café y se pusieron a pololear. La historia me pareció linda, pero casi nunca miro a la gente de los paraderos, menos en Santiago que tomar micro o metro es un estrés.
¿Será que soy muy desconfiada, será que no miro realmente, que no veo a quienes están a mi alrededor y me pierdo oportunidades?. Quizás no hace mal abrirse un poquito y "observar más. ¿Qué creen ustedes? Foto via filmguerrilla.com