Luego de estar soltera por poco mas de 1 año, me acostumbré a manejar mis tiempos, decidir sola, tener vida con amigas, pasarlo bien... aunque debo reconocer que quedé con un miedo terrible a volver a enamorarme y pasarlo mal. Así que anduve en andanzas picoteando por aquí y por allá. Cuando se ponía seria la cosa, arrancaba de inmediato.. total "Princesa que arranca sirve pa' otro cuento" -pensaba-... pero ya estaba bueno! también quería un compañero de verdad y no esos pasteles que no salvan a nadie. Quería esa sensación de sentirme querida y protegida. Hasta que un día andaba de parranda con unas amigas y conocí a un chico, bien interesante (nice!) y empezamos un idilio. Me di cuenta que por Dios que me puse mañosa -tal cual una vieja fregada- con esto de la soltería y la independencia.
Entonces, aun con todo lo bien que me sentía con él, me cargaban cosas, detalles... tonteras: Me molestaba y ponía caracho por puras leseras, no quería que me diera la mano, después me enojaba porque pensaba que no estaba ni ahí conmigo etc. Lo admito: una vieja de porquería amargada. Uf! Todo esto hasta que una santa amiga me abrió los ojos y me dijo que si me sentía bien con él hiciera un esfuerzo por cambiar y no ser tan ogro. Así que dicho y hecho: Me relajé, volví a ser alegre, simpática, yo misma. Sin temor de ser cargante o muy desinteresada, o sea: ser como soy y demostrar lo que siento.
Conclusión: No hay receta. Nada de cabronas ni cosas por el estilo. Dejé el miedo de lado y viví el día a día feliz de la mano con mi flaco. ¿A quién le ha pasado eso del miedo o no querer ser cargante?
Enviada por kariLo Foto CC Vía: Columbia Parkinson