El cine, la Televisión y los libros nos han llenado de historias de amor, aquellas donde la protagonista sufre hasta el último momento pero a fin de cuentas encuentra el amor verdadero, no importa todo lo que se haya humillado, todo lo que lloró, importa que al final de pasar por todo lo malo encuentra ese tan anhelado amor. Me cuesta creer que el amor se encuentra a la vuelta de la esquina: En ese vecino que jamás saludaste, ese viejo amigo que siempre estuvo para consolarte. Amamos el chico malo, aquel que nos ignora, nos hiere, nos hace sufrir ese maldito amor que nos emboba, nos olvidamos de nosotras y vivimos por ellos y mientras más suframos, más amamos porque así se ama, con dolor, con esperanza, con ilusión y con amargura.
¿Existirá un momento en que digamos: ¡Basta, ya no más!? A veces es mejor dar un paso al costado y hacer una introspección a nuestra vida: qué tenemos, qué queremos, qué hemos perdido…! Simplemente la TV nos embauca en una aventura que esperamos tener, en nuestro subconsciente añoramos ser la protagonista de aquella novela donde el hombre vuelve a nosotras y todos somos felices para siempre, pero la realidad es otra: tenemos que volver a amarnos ¡Que la dignidad vuelva a nosotras! Nada peor que amar a alguien que no nos ama. El único verdadero es el amor propio. Enviada por Susana Foto CC Vía Wikimedia