Últimamente me ha tocado estar en sitios repletos de modelos… y aunque sí, rescato que la mayoría se ve súper (estéticamente hablando) cuando llego a “intentar” apreciar sus peinados, me pierdo, les juro que se me van las ganas de elogiar sus pintas y comienzo a pensar que de verdad nadie saldría así a la calle, por lo menos no en Santiago, incluyendo el hecho de que cada una mide como 1,80, entonces convengamos que sería un “avatar con onda de princesa Leia futurista”. Es más factible ver mujeres rapadas al cero por elección que otras que lleven este estilo, bastante exagerado a mi parecer. Lo positivo de esto es que para ellas no parece ser un problema: andan con una actitud de “acá vengo yo, la mina del desfile, mírenme”, que me hace verlas como ejemplos a seguir (no, mentira) pero igual, al menos lucen sus peinados sin quejarse. Mi idea no es criticar a los estilistas, de seguro que las revistas de moda de London, EE.UU. o Francia imponen esos estilos de peinados excéntricos; sin embargo, creo que hay que ser más realista y "aterrizar" sobre la idea de que aunque nos gusta vernos bien, no todas tenemos la personalidad de salir a la calle a pasear un peinado de “princesa Leia”, además, ¿se imaginan la cantidad de pega que significa eso?, todos los días lo mismo, quizás cuantas horas!, uf!
No digo que no te preocupes por cómo te ves, el sentido del pelo va en la forma de ser de cada una, pero, ¿no será mucho?
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