En estas últimas noches hemos tenido un calor ¡extremo!, ¡sofocante! Para muchas (como yo) la situación adquiere ribetes dramáticos, ya que tal condición climática no nos deja dormir. Damos mil vueltas en la cama, pero el calor nos supera. Ya es tanto, que busqué una solución y se las voy a compartir. Tomen nota:
1. Mantén una ventana ligeramente abierta. No es la idea que se meta un ladrón o amanezcas repleta de picadas de zancudos. Pero aumentar el flujo de aire - aunque sea a través de una pequeña rendija -, refrescará tu noche y facilitará un buen sueño.
2. Hidrátate. Tener una botella de agua en tu velador será un verdadero salvavidas. Te ayudará a reducir tu temperatura corporal y al sentirte fresca, podrás dormir mejor. Extra tip: llévala a tu dormitorio sólo después de haberla mantenido todo el día en el congelador.
3. Duerme con brazos y piernas extendidos. Así el calor no se acumulará en tus extremidades.
4. Quita frazadas y cubrecamas, dejando sólo las sábanas. La sensación al tacto con la piel es mucho más fresca y agradable.
5. Si puedes, duerme en el primer piso, ya que en los niveles superiores se concentra el calor.
6. Toma una ducha antes de dormir. No importa si es tibia o caliente: la sensación de frescura la tendrás cuando te seques. Además te relajará, induciéndote a un reponedor descanso.
Siguiendo estos sencillos tips, ya no será el calor el que te quite el sueño (¡ya no podrás echarle la culpa!). Así es que prepárate para una reconfortante y exquisita noche ¡de fábula!
Y ustedes, ¿cómo hacen para capear el calor?