Es curioso escuchar hablar (y leer) a nuestras pares femeninas respecto a lo que esperan de sus novios, maridos o parejas; de lo que ansían escuchar y lo que quieren que hagan o digan. Sin embargo cuando les pregunto a las mujeres con que trabajo día a día ¿crees que él va a cambiar?, el 99% de ellas me responden que no. Entonces, si sabemos que no lo hará, ¡¿por qué esperamos que actúe a la pinta nuestra?!
¿Acaso no nos damos cuenta de que es nuestra cabeza la que cree que esa persona debe actuar de tal o cual forma? ¡Somos personas distintas, es imposible esperar que otro se comporte como nosotras lo haríamos!
Chicas: ¡NO MÁS EXPECTATIVAS!, no hay que formárselas, porque sino pasaremos esperando que ocurra aquello que deseamos y mientras, se nos va la vida.
Él NO va a cambiar y nuestro objetivo no debe ser que cambie él, sino modificar nosotras la forma en que enfrentamos aquellas palabras o actitudes que no nos gusta ver o escuchar. ¡Sólo se puede cambiar lo que depende de una misma!