Me encanta la música: es mágica y - definitivamente - una de las pocas cosas que tiene el poder de conectar a las personas. La vida sin ella sería muy distinta, triste. ¡Admiro a la gente que tiene el don de crear acordes o cantar! No es algo fácil; cualquiera puede entonar algunas melodías, pero no todos tenemos la capacidad de perpetuar en quienes nos escuchan un sentimiento de apego y de armonía.
Hay una banda en particular que me produce eso: me refiero a Keane, que con su espectacular e inconfundible “Everybody’s changing”– lograron cautivarme y hacer que los siga hasta el día de hoy. ¡Que acierto de canción!
Keane es una banda inglesa que en su música demuestra que todo puede ser más bello si te lo propones; es de aquellos grupos que traspasan barreras y que tienen millones de seguidores porque son sencillos y logran traspasarnos un cúmulo de sentimientos y sensaciones a través de sus magníficos relatos melódicos. Bueno, hay que agregar que las preciosas melodías - en las cuales destaca la ausencia de guitarras - además de la envolvente voz de su vocalista Tom Chaplin, definitivamente incrementan mi obsesión por ellos.
Otra razón de por qué me llaman tanto la atención es que en su música predomina el piano. Eso definitivamente me cautivó, ya que de niña tuve una profesora que iba todas las tardes a mi casa a darme clases. Si mal no recuerdo, la esperaba con mucho entusiasmo, ya que es un instrumento que me fascina.
Para las que estuvieron en Lollapalooza 2013 podran recordar el tremendo espectáculo que ofreció la banda, la cual dejó a todos los asistentes con sensaciones hermosas a flor de piel. Y si se lo perdieron, para muestra, un botón ¡Enjoy!
Y ustedes, ¿también deliran con Keane?