El zorrón… ¿necesita definición? No creo… pero para las que no conocen el término, les cuento que al hablar de “zorrón” me refiero al tipo que universalmente es canchero, hijo de papá, medio “rancio” para carretear, que le sobran las lucas y no tiene conciencia de nada porque es como la “hechizada”: truena los dedos y ya tiene todo lo que quiere. Pocas cosas las consigue por mérito propio, lo salva la simpatía y sus ganas de destacar con bromas y atractivos carretes. Lo que les comento es algo que a mi parecer es la definición exacta de lo que NO estoy buscando en un hombre – excepto por la buena onda-. Claro, esta denominación suena un poco fría, escrupulosamente enjuiciadora y devastadora para este tipo de personas pero es lo que hay… Y si quieren una definición aún más gráfica, véanla después del salto;
Bueno… como les comentaba… por lo general, este tipo de hombre no busca relaciones estables, preocupándose sólo de vivir el día a día con una y otra. Algunos son bastante guapos, medios surfistas y buenos para el deporte pero por las noches ¡se toman todo, hasta las molestias! ¿Ustedes creen que eso sería un buen partido para algo duradero? Les pregunto porque tengo un par de conocidas que alucinan con estos prototipos, como si fuesen lo máximo a lo que pueden aspirar e intentan de todo para conseguir su atención. Les da igual que sus historias tengan fecha de vencimiento (para un fin de semana más o dos).
Al menos yo, creo que con el tiempo he aprendido a “identificar” a esos hombres que no quiero ni que pisen la puerta de mi casa o que ojalá ni me miren, aunque suene tonto. Hay que tener armas para reconocer a un “zorrón”, ya que a veces pueden ser personajes que llegan a tu vida encubriendo su verdadera personalidad para conseguir un buen rato contigo. A ellos les llaman la atención las minas low perfil como una, por eso hay que estar alerta para después no lamentarse…
Hace unos meses conocí a un prospecto de hombre zorrón. Debo admitir que al principio lo juzgué, y ahí es donde me piso la cola con esta nota porque ahora pienso distinto, sentía que si me involucraba con él iba a ser como salir a la calle con un pantalón de rayas y una polera a cuadros, pero con el tiempo me di cuenta de que ha sido el más guapo partner que me podía tocar, cero errores y mucho aprendizaje. Igual hay que tener los ojos abiertos, no queremos pasarlo mal con consentimiento.
Y tú, ¿qué opinas de los zorrones? ¿Alguna experiencia que contar?