El trabajo exige tiempo, dedicación y concentración. A eso, sumémosle pareja. Hijos (en el caso de muchas) y - como si todo lo anterior fuera poco - ¡Estudios!... ¡De locos!
Muchas somos las mujeres - y hombres también - que estamos insertos en la vorágine de compatibilizar actividades. ¡Y es toda una experiencia! Tiene momentos increíbles, en que te sientes en la cúspide del mundo. Sobre todo si el trabajo que ejerces te apasiona y llena todas tus expectativas, mientras que los estudios te conducen a la superación personal que tanto anhelas.
Pero, así como tiene momentos top / bacán / Oh my God y casi orgásmicos, también hay instantes que son verdaderamente ¡del terror! Sobre todo cuando te enfrentas a varios exámenes consecutivos (orales, para rematarla) y no tienes el tiempo suficiente para darle al asunto toda la dedicación que requiere. Es la historia de mi propia aventura; una travesía de sacrificios que - no obstante - me tiene contenta.
Claro que veo cómo el punto de “dejar un momento para cada cosa” es todo un tema para quienes lo padecemos. Llegar a la meta indemne requiere ser muy ordenado, meticuloso y apasionado. Tener muy claros los objetivos e ¡ir por ellos, dándole duro y sin mirar atrás! Pensando en que es el inicio de un nuevo camino, una aventura en la cual pronto se verán los réditos. (Aunque - si sabes apreciarlos bien - puedes saborearlos cada día. Cada jornada es un pequeño gran logro y mantenerte activa da pimienta a la vida. Soy una convencida de eso)
Y ¿qué hacer entonces, si estás planteándote el desafío para el año que se inicia, pero te da miedo no poder? Darle pa’lante pues. No te cuestiones que cómo lo vas a hacer para esto o lo otro. Simplemente vívelo y da lo mejor en ello. No pierdas de vista lo que anhelas y trabaja las culpas. Es duro para nosotras las mujeres, que tenemos que aprender a lidiar con eso en todo orden. Siempre sentimos que quizás le debemos más tiempo a hijos, pareja y familia ¿o no? Sin embargo, tén presente que lo que haces hoy conducirá a un futuro mejor para ti y ellos mañana. Y que, en tanto el tiempo que les dediques sea de calidad, ¡siempre será provechoso! (¿Qué ganarías estando ahora en casa viendo la teleserie sin prestarles atención? Puedes disponer tan sólo de una hora, pero que sea SU HORA. La clave es gestionarla de manera tal, que sea la mejor de todo el día)
¿Estás evaluando la alternativa pero aún no tomas la decisión? Te dejo la experiencia que algunos de los que ya se animaron a dar este paso compartieron con nuestros amigos de Profesionales Chilenos. Y como consejo, evalúa todo, los pros y los contras, el costo y beneficio, teniendo en cuenta que todo esfuerzo en la vida obtiene una valiosa gratificación. Nadie dice que sea fácil el camino ¡pero llegar a la meta no es ilusorio! Pondera, organízate y atrévete a luchar por la vida que quieres.
Y tú, ¿cómo lo haces para administrar tu tiempo? ¿luchas tenazmente por tus anhelos?