Sucedió hace varios años, cuando por razones laborales debí compartir todo mi tiempo con una chica muy “¡huequi, galla!”, cuya principal preocupación no era la productividad, sino el maquillaje, el calzado con taco y “la moña en el cabello” (sic). Lo anterior sería totalmente respetable si fuera respecto a ella, pero ¡no! Se fijaba en las demás. Y tampoco hubiese sido algo tan terrible de no haber adoptado actitudes totalmente odiosas, de molestia constante, chismes y críticas destructivas.
La soporté estoicamente durante un par de meses. Pero, por alguna parte mi desagrado ante su compañía tenía que aflorar, así es que me recompensaba cada día por mi paciencia con alguna bonita compra: algo para mi hijo, un detallito para mi pololo, un almuerzo rico, una que otra cosita para mí… ¡Y terminé totalmente endeudada!
Creo que fue el trastorno de “compra compulsiva”: cuando un aspecto de tu vida no te tiene conforme, te abocas a las tiendas y la tarjeta de crédito, con las cuales te sientes dueña y señora. ¡Chicas, seamos honestas! ¿Cuántas de nosotras no hemos caído alguna vez en este tipo de actitudes? Buscamos compensar el estrés de los exámenes o la tristeza de una ruptura en el siempre – aparentemente – amigable comercio.
La buena noticia es que ahora existe un producto especialmente diseñado para que esos deseos de gastar lo que no tenemos ya no sean una catástrofe. Se trata de iBag, cartera ideada para detectar el sobreconsumo y ponerle freno. ¿Cómo? Muy sencillo:se bloquea cuando percibe que estás gastando más de la cuenta. Según leí en un artículo publicado por La Tercera, el genial invento posee un chip identificador de radiofrecuencia – mecanismo similar al utilizado en mascotas – y un pequeño computador Arduino, capaz de detectar cuántas veces sacas tu billetera del bolso. Al exceder el límite determinado, este útil e inteligente accesorio encenderá una alarma y negará el acceso, al tiempo que alertará del hecho a otra persona vía SMS ¿Qué tal?
¿Sí o no que sería una solución al impulso de comprarnos todo? Claro, es un poco extrema, pero ¡cuánto dinero nos ahorraría si controlar nuestras ansias es una tarea titánica! Si bien este artilugio aún no se comercializa – a la espera de indagar si existe suficiente interés por parte de las usuarias para lanzarla al mercado – ya tiene un valor establecido: nada menos que $100 mil pesos chilenos.
Y tú, ¿eres compradora compulsiva? ¿Usarías una de estas carteras para frenar el sobreconsumo?