por Isa
Después de pasar por la nerviosa espera de resultados de la maldita PSU, nos matriculamos en la que será nuestra casa de estudios. Llegamos allá un poco tímidos y con un montón de preguntas en nuestras cabezas. Fuimos recibidos por un montón de chicos y chicas - los alumnos antiguos - alborotados ante nuestra presencia.
Y ahora, en verano, estamos con los típicos nervios pre- ingreso a la U. Imaginando cómo será ese mundo nuevo, en el cual pasaremos gran parte de nuestros días (en muchos casos, sábados incluidos).
También tenemos ese "miedito" a lo desconocido: especialmente, lo que será el mechoneo. Esperamos que nuestros futuros compañeros nos den una calurosa bienvenida, pero con piedad: es decir, sin sobrepasarse con las asquerosidades, cuidando que no nos dé alergia y unas cuántas cosas más. ¡Chiquillos, tengan compasión! Somos sus futuros amigos, pololos, etcétera. ¡Trátennos con cariño, jaja!. A pesar de esos naturales temores, nos imaginamos todas esas historias que viviremos junto a ellos. Después de todo, serán nuestra "familia" - de algún modo - por 4 o más años.
Ahora sólo queda "aperrar": tratar de pasar todos los ramos (un 4 igual vale, al menos así lo demuestra una famosa propaganda) y disfrutar. Y, personalmente, les envío las mejores vibras y deseos a todos los que - como yo - son mechones, novatos, cachorros, etc. ¡Y están igual de ansiosos ante el ingreso!
Ustedes, ¿tienen alguna anécdota que contar sobre su primer día de Universidad?