por Odette Freundlich, Kinesióloga Twitter: @miintimidad
Es bien sabido que durante el periodo de gestación, el cuerpo de la mujer manifiesta cambios notables en su estructura, pero ¿a qué se deben y qué tenemos que hacer para minimizar las molestias que nos puedan ocasionar?
Tenemos que saber que los principales cambios físicos que se presentan son:
1. El aumento de la curvatura lumbar de la columna vertebral (hiperlordosis lumbar). Esto, ya que - debido al aumento de tamaño del feto y útero - se distienden los abdominales, cambiando el centro de gravedad hacia adelante. Con la curvatura se compensa el peso que se va generando en la parte anterior del cuerpo.
2. Separación y distensión de los músculos del abdomen debido al crecimiento progresivo del bebé dentro del útero, lo que conlleva a que éstos cedan y se elonguen para permitir el aumento de espacio en nuestro interior.
3. Aumento de tamaño de los senos debido a los cambios hormonales que se presentan durante el periodo de gestación.
4. El aumento de peso se debe al crecimiento fetal y a los cambios hormonales. Normalmente la embarazada aumenta de 8 a 12 Kg.
Además de estas alteraciones físicas, se presentan también cambios fisiológicos en los diferentes sistemas corporales. Por ejemplo: es común que durante el embarazo se aumente el número de micciones diarias debido a la presión que ejerce el útero sobre la vejiga y al aumento en la producción de orina. Asimismo, en el sistema digestivo pueden aparecer molestias tales como las náuseas matutinas al inicio del embarazo o la acidez hacia el último trimestre, debido al cambio de posición del estómago a consecuencia del aumento de tamaño del útero. Igualmente es frecuente presentar estreñimiento por acción de la hormona progesterona y la compresión del útero sobre el intestino, que impide realizar una adecuada motilidad intestinal.
En cuanto al sistema cardíaco y respiratorio, se pueden encontrar cambios como el aumento de la frecuencia respiratoria, ya que el útero ocupa gran espacio y disminuye el movimiento de expansión pulmonar, lo que hace que se respire mayor número de veces de forma más superficial. Además, la circulación sanguínea se vuelve más lenta, porque el peso del útero dificulta el retorno venoso, razón por la cual pueden aparecer varices y edema en los pies al pasar algún tiempo parada.
Para minimizar las molestias que pueden ocasionar los cambios físicos durante el embarazo, se recomienda:
1. Hacer ejercicios posturales de relajación y elongación de la zona lumbar
2. Realizar entrenamiento de la musculatura del suelo pelviano, para prevenir alteraciones como la incontinencia urinaria, fecal o gases.
3. Orinar cada 2-3 horas y ubicar un piso debajo de los pies cada vez que se vaya a realizar la evacuación intestinal, de modo que las rodillas queden más altas que la cadera.
4. Realizar ejercicios circulatorios con elevación de piernas, para disminuir la hinchazón y el edema en miembros inferiores.
*Sobre la autora: Odette Freundlich es kinesióloga y directora del Centro Mi Intimidad