Como la crónica de una muerte anunciada, hoy diversos medios de comunicación difundieron la noticia del quiebre sentimental entre nuestro Gonzalo Valenzuela y la actriz trasandina Juanita Viale. La información es el epílogo de una larga y tormentosa relación, en la cual hubo mutuas acusaciones de infidelidad, siendo las de Juanita las más bulladas. A la argentina la sorprendieron in fraganti besándose con Martín Lousteau, ex Ministro de Economía del país vecino.
Tras la supuesta traición de Juanita (fotos incluidas, que prueban que ¡algo hubo!) ella y Gonzalo volvieron a estar juntos, en una decisión para muchos incomprensible. Pero, ¿¡qué corazón entiende de razones!? Como ya hemos conversado en ocasiones anteriores, personalmente creo que la infidelidad destruye las relaciones. Las vicia, las vuelve tóxicas ya que ¿es posible establecer un vínculo sano tras la pérdida de la confianza? ¿Del respeto? Creo que todas imaginábamos cómo acabaría esta historia.
Quizás la determinación de separarse que por fin tomó esta pareja - tras muchos ires y venires - fue la más sabia. Los detalles y por qués, sólo los conocen ellos. Pero cuando una pareja no se está llevando bien y mira hacia otros lados, lo mejor que puede hacer es ser honesta y continuar cada miembro con su vida. Desde afuera, nos queda enviarles fuerza (un quiebre nunca es fácil) y desear que logren una relación cordial, teniendo en consideración que hay dos pequeños de por medio (Silvestre y Alí).
Tanto Juanita como Gonzalo han sido vinculado a terceras personas: ella, al publicista uruguayo Gastón Carvalho y él, con la diva chilena Cecilia Bolocco. Si bien ambos han desmentido los rumores, tienen todo el derecho a rehacer sus vidas y buscar la felicidad con quien les plazca, ojalá aprendiendo de sus errores. Independiente de que sea ahora o más tarde, para ellos, la mejor de las suertes.
Y a ti, ¿qué te parece el quiebre de Juanita y Gonzalo?