Chicas: Hoy quiero saludarlas, agradeciéndoles por el cariño que cada día nos entregan. Porque permiten que nuestras columnas las distraigan unos segundos de la tediosa rutina, para robarles una sonrisa o simplemente, impulsar una reflexión. Porque manifiestan sus opiniones, sean o no favorables a los distintos post que publicamos, generando un debate entrete. En fin, porque las queremos y son nuestras amigas.
Sin embargo - y a título muy personal - sólo las saludo por eso. Por eso y porque no me cabe duda que son excelentes en los distintos roles que desempeñan en la vida, ya que se preocupan de mirarse internamente y reconocerse (o no) en las notas que preparamos para ustedes. Mi felicitación va al margen del “Día Internacional de la vagina de la Mujer”, sólo porque no veo nada de meritorio en el simple hecho de tener genitales femeninos. Yo las saludo porque son personas valiosas (y de paso, también a los hombres que nos siguen, porque se interesan en comprendernos más y mejor)
Por supuesto, valoro la historia que dio origen a la conmemoración que hoy nos convoca, y que implica la lucha incansable por los derechos de nuestro género, tanto en materia laboral como en otros ámbitos. Sin embargo, creo que la cruzada en pos de ellos - que se ha llevado por varios siglos y aún ahora - no es más que una reivindicación necesaria y justa, en nuestra calidad de personas, más allá del sexo con que hemos sido dotadas.
Puede sonar mega-Grinch (y créanme que no es mi ánimo estropear el jolgorio que pueda producirles esta jornada), pero estimo que no hay nada más auto-discriminatorio que marcar nosotras mismas la diferencia con el sexo masculino, al tener un día sólo para féminas. ¿Por qué, si somos iguales? Al menos es lo que pregonamos, ¿no? Es lo que nos costó muchos siglos hacer entender al mundo: que la única diferencia entre ambos no es - ni debe ser- en materia de derechos o de valía, sino que radica en un simple cromosoma ("Y" en los hombres y "X" en nuestro caso) Y es justamente esa letra la que hoy destacamos. ¿A título de qué? ¿De obtener flores y chocolates? (válidas, por cierto, pero sólo porque quienes nos las obsequian tienen motivos para amarnos, más allá de qué órgano reproductor tengamos) Personalmente, siento que no se condice con el discurso que enarbolamos: el de la igualdad (ante todo) el respeto y la no violencia, al cual - por supuesto - adhiero.
Sí celebro, felicito y resalto (no sólo hoy, sino cada día del año) a todas ustedes, queridas lectoras y a los cientos de hombres, mujeres y niños desconocidos que cada día luchan por cumplir sus anhelos; viven con pasión, se sacrifican por quienes aman y trabajan duro por lo que creen, siendo consecuentes con ello. A quienes se esfuerzan de manera continua por ser mejores personas y construir una sociedad más justa, donde no haya distingos de raza, religión o sexo. Por eso, propongo reemplazar la jornada de hoy por un "Día de la Igualdad", donde todos celebremos simplemente el ser personas, en las mismas condiciones y derechos.
Mientras, a toda la gente maravillosa : ¡Felices los 365 días del año!