Son una pareja increíble. Buenos amigos, sociables, cariñosos y super apañadores en cualquier situación. ¿Su pecado? No pueden evitar pelear en público. No importa dónde estemos: si nos juntamos en una casa a carretear, si salimos en grupo a comer, o si vamos al cine, ellos siempre están peleando, y la mayoría de las veces por puras tonteras: porque uno de los dos se atrasó al salir de casa, porque dijo un dato o una cifra incorrecta y el otro se lo corrigió, porque no están de acuerdo en una conversión política… discusiones menores pero constantes, que son por lo menos incómodas para todos los que estamos alrededor.
Y aunque algunos de mis amigos sólo se rían de la situación, tratando de no darle mucha gravedad a sus pequeñas peleas, yo no puedo dejar de preocuparme por ellos y su relación. Es cierto: cuando no discuten son una pareja encantadora; cariñosos el uno con el otro, se acompañan, se apoyan y se complementan en muchos niveles, eso se nota. Lo triste es que ese lindo rasgo se ve muchas veces empañado por peleas tan ridículas y que podrían evitarse, pero que por su orgullo siempre terminan agrandándose más de lo necesario. Una verdadera lata.
¿Debería decirles algo? Por supuesto que no uno quiere ser la amiga entrometida, que da consejos cuando no se los piden, pero a mi parecer, pasarse puro peleando termina siendo desgastante para su relación y por supuesto, para todos los demás. Es cierto que sus discusiones jamás suben de tono, y mucho menos toman un carácter violento, pero ¿por qué no pueden dedicarse a pasarlo bien? Quizás es porque ambos son tan intensos (y parecidos) que no pueden aguantarse cuando algo les molesta o tienen una opinión diferente. Complicado, ¿cierto?
Y ustedes, ¿qué harían en mi situación? ¿Es lo mejor conversar con una pareja de amigos que tiene este comportamiento, o dejar que resuelvan sus problemas solos?
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