Depilarse duele y ¡mucho!, sobre todo cuando se trata de los vellos faciales, pero como se dice "para ser bellas, hay que ver estrellas". Toda mujer debe pasar por el doloroso ritual, absolutamente necesario si no queremos parecernos a la mujer barbuda con tanto pelo en la cara.
Mi amiga -de quien me reservaré el nombre- no tenía ninguna resistencia al dolor. La pobre no soportaba la cera, ni las pinzas y eso la llevaba a tener unos bigotes ¡gigantes!
Si, es feo que yo lo diga, pero cuando conversábamos, siempre evité mirarla a la cara, porque si lo hacía, estallaba en carcajadas o simplemente no podía dejar de mirar la zona, sólo por las ganas que me provocaba tomar una pinza y sacarlos. Eso sí, nunca me atreví a decirle, porque al parecer para ella no era tema o directamente prefería ignorarlo.
Yo creo que era la segunda opción, porque esos tremendos pelos se veían a los lejos y todos nos dábamos cuenta de que ahí estaban. A veces - cuando me acuerdo - me da un poco de cargo de conciencia de nunca haber tenido el valor de decirle.
Pero ¿qué habría pasado si yo abro mi boca y le digo "tienes bigotes"? ¿cuál podría haber sido su respuesta? Sin duda, hay muchas probables pero lo que es un hecho es que se habría sentido mal y avergonzada, con su intimidad de mujer pasada a llevar y quizás qué hubiese sido de nuestra amistad.
Sería mentirosa si dijera que nunca fue tema con mis otros amigos. Muchas veces conversamos sobre la forma de decirle que calentara un poco de cera y sufriera sólo una vez, pero nunca pudimos, siempre nos dio vergüenza, a veces risa y algunas hasta rabia con ella, por descuidar así su imagen.
Recuerdo muy bien que luego de años con bigotes, un día la situación cambió. Era lunes y mi amiga ese día llegó a clases más tarde y lo más extraño, fue que lo hizo sin pelos en la zona y con un look muy cambiado. Cuando investigamos por qué lo había hecho, descubrimos que le gustaba una persona y como era obvio, quería verse atractiva.
Desde ese entonces, todo fue normal. Pero no dejo de tener cargo de conciencia por no haberle advertido que un día tuvo bigotes.
¿Les ha pasado algo así? ¿Cómo han abordado a su amiga?
Foto CC vía Flickr