Lo maravilloso de tener un diario de vida

Dicen que el corazón de una mujer es un mar de secretos. A veces ni con nuestra mejor amiga conversamos ciertos temas o sentimientos por considerarlos demasiado íntimos. También puede pasar que nos avergoncemos de los que sentimos o pensamos; por lo tanto, creemos ridículo compartir nuestras reflexiones con alguien más, por miedo a no ser comprendidas.

Es por esto, que para toda mujer un diario de vida es una posibilidad real de desahogo y de explicar sin tapujos lo que siente o piensa.

Existen diferentes tipos de técnicas para utilizar un diario de vida. Hay mujeres que prefieren registrar sus vivencias diarias, aunque no haya pasado nada muy importante ni emocionante, mientras que otras prefieren usarlo sólo cuando es extremadamente necesario; o sea, cuando necesitan un real desahogo.

La evolución del diario de vida es muy interesante y atractiva. Yo tuve el primero con tan sólo seis años, apenas aprendí a escribir. Me lo regaló mi abuela y era rosado, con flores y hojas perfumadas. Como es de suponer, escribí el nombre del primer niño que me gustó. Lo recuerdo perfecto, se llamaba Ignacio y en las páginas de mi primer diario le juraba amor eterno.

Ya más grande, compraba mis propios diarios de vida y ahí fui plasmando diversos momentos que me parecían importantes. Escribí sobre mis peleas con mis amigas, mi primer beso, por ejemplo, así como también cosas mucho más íntimas, como mi debut en la vida sexual.

A pesar de ser el diario nuestro mejor aliado, cuando lo extraviamos u olvidamos en algún lugar, el miedo nos invade y nos sentimos muy inseguras al no saber cuál es su paradero. ¿Cuál sería la cara de mi mamá al leerlo? seguramente necesitaría ¡al menos! un agua con azúcar y luego de eso, un gran sermón o "conversación de madre".

En síntesis y a modo de reflexión, el diario de vida se puede convertir en una gran herramienta de desahogo, pero como todo, debemos manejarlo con cuidado. Recuerda que siempre alguien tendrá ganas de saber tus detalles más íntimos y estará dispuesto a leer tus confesiones, dejándote totalmente al descubierto.

Foto CC vía Wikipedia