Siempre pensé que cuando saliera de la universidad y comenzara a trabajar sería el momento de irme de casa; pero claro, nunca imaginé lo cruel que era el mundo real y lo caro que sale llevar una vida cómoda con sueldos de profesional con pocos años de experiencia.
Resulta que ya han pasado casi 2 años desde que me titulé y aún no me logro decidir. Vago en páginas de arriendos de departamentos y en vez de animarme, me asusto, porque comienzo a pensar en todas las nuevas deudas que se adquieren y siento que el mundo se viene abajo.
Es realmente fuerte el cambio de vivir con los papás, comer gratis, bañarse, ver tele y dormir gratis a pensar en pagar una mensualidad por un espacio cuadrado ínfimo, por poder ver TV cable, tener internet, teléfono, comida, agua, gas, etc.
Sé que en algún momento debo dejar de ser errática y encontrar la valentía que me hace falta para volar del nido.
Sin embargo, no me arrepiento. Todo este tiempo me ha servido para pensar muy bien en qué tipo de lugar quiero vivir, qué quiero tener cerca, cómo quiero que sea mi departamento y aprender de un modo más consciente, cómo se hace para ordenar las cuentas y llegar con plata a fin de mes sin morir en el intento.
Y ustedes ¿viven con sus papás o ya disfrutan de su hogar propio?
¿Creen que es malo que siga llevando el día a día de esta manera errática e indecisa?
¡Espero sus consejos, experiencias y comentarios!
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