Aunque parezca curioso, es uno de los trastornos que afectan a muchas mujeres del mundo de manera silenciosa. De hecho, el 70% de las parejas han sufrido este tipo de problema. Es lo que los médicos llaman “disfunción sexual” y existen de diferentes tipos. Si no deseas tener relaciones sexuales o nunca te gustan, es posible que tengas un problema.
Consultamos con el psicólogo Andrés Moltedo, quien tiene un Magíster en Educación Sexual, Terapia Sexual y Género; y le preguntamos ¿Es posible que las mujeres puedan sufrir de disfunción sexual? La respuesta es sí. Hay trastornos asociados al sexo y en específico, a la disminución del deseo sexual.
“Los trastornos del deseo sexual típicamente se pueden dividir en al menos dos tipos: el deseo sexual inhibido o hipoactivo - que se caracteriza por una deficiencia o ausencia de fantasías sexuales y deseo de tener actividad sexual- y, por otra parte, los trastornos por aversión al sexo o fobias sexuales”, indicó el profesional.
En este caso particular, se abordará el deseo sexual inhibido o hipoactivo. Las causas, según el psicólogo, son “la existencia de sentimientos negativos hacia sí misma, problemas en la autoimagen, no encontrarse atractiva o tener la autoestima baja. Además, la rutinización de las relaciones sexuales con la pareja, ya que se pierde el deseo sexual ante la monotonía”.
Efectivamente, estar tan preocupadas de los hijos, la casa, los estudios y el trabajo, puede pasarnos la cuenta a la hora de intimar con nuestra pareja. Pero, ¡despreocúpense! Hay una solución para este tipo de problema. Lo primero y fundamental, es dedicar tiempo a la relación.
Según el psicólogo Andrés Moltedo, muchas mujeres indican que la baja en el deseo se produce por una falta de estimulación necesaria, de pocas caricias, besos o ‘juego previo’ al momento de tener relaciones sexuales. Incluso, algunas féminas señalan que la actividad sexual se les ha transformado en una obligación.
Además de todo lo anterior, se suma el resto de las afecciones de tipo general por los que una persona puede pasar, como depresión, estrés, cansancio, problemas económicos, entre otros. Es una mezcla fatal y un escenario propicio para generar una disfunción sexual.
Ahora, ¿existe un tratamiento? ¡Por supuesto! Pero lo más importante pasa por uno mismo. Hay una serie de técnicas y tareas para fortalecer y reavivar las fantasías sexuales. Por otro lado, hay terapias y psicoeducación para la pareja. Sin embargo, lo principal es combatir la rutina. Ser desinhibidos en la cama, con posiciones y juegos diferentes durante la relación sexual. Hay que tomarse el tiempo de disfrutar y conectarse con la pareja.
Y tú, ¿has experimentado una disminución de tu deseo sexual?