Chiloé es sin duda, un lugar mágico. Copado de mitos y leyendas, tiene un misterio único, que lo convierte en un destino muy atractivo. La Isla se encuentra ubicada en la Región de Los Lagos, con el frío y la lluvia recurrentes del sur de nuestro país. Un sitio que es toda una aventura, desde el modo en que se llega (en transbordador) hasta lo curioso de sus iglesias y su gastronomía.
Su capital, la ciudad de Castro, se caracteriza por una incipiente modernidad, que a mi parecer no incomoda. Si estás acá no puedes dejar de visitar la Iglesia San Francisco, una espectacular construcción de madera nativa que está frente a la Plaza de Armas. Si bien los pobladores discrepan respecto a los colores llamativos con que se ha pintado este Monumento Nacional, lo cierto es que la belleza de su arquitectura y lo imponente de su tamaño (en especial de sus dos grandes torres), cautivan de inmediato a quienes la ven por primera vez..
A un lado de la Plaza de Armas se encuentra la calle Blanco Encalada, que baja hacia el mar. Al final de esta vía, a mano derecha, encontrarás un mercado con una colorida feria artesanal llena productos típicos, como artículos de madera y encantadoras prendas de lana natural. Además, a un costado hallarás varios locales con productos marinos frescos para comprar o servirte. En tanto, si tomas la Avenida Pedro Montt - que bordea esta parte de la isla - te toparás con una serie de restaurantes con tradicionales preparaciones chilotas. Los recintos presentan convenientes precios y platos muy abundantes. Un menú absolutamente recomendable es el cancato de salmón. Pruébalo, no te arrepentirás.
Sin embargo, un plato que es un clásico imperdible si viajas a Chiloé es el curanto al hoyo. Como consejo, no lo pruebes en los restoranes de la zona, pues lo hacen en olla y no como lo dicta la tradición. Por eso, para degustarlo te sugiero que vayas a la isla de Mechuque. Dirígete a la Oficina de Información Turística (ubicada en la Plaza de Armas); allí encontrarás diferentes tours que van a este destino. El recorrido es marvilloso, pasarás por varias localidades, conocerás bellas iglesias típicas de la zona y luego viajarás en lancha hasta la isla. En este traslado podrás admirar la hermosa y tupida vegetación de Chiloé desde el mar. Al llegar, verás curiosos palafitos bordeando la costa, un sitio ideal para sacar fotografías. No obstante , los detalles más fascinantes son poder compartir con la gente del sector y admirar cómo se hace un verdadero curanto al hoyo, paso a paso. Aunque lo mejor viene al final, cuando pruebas este generoso plato, copado de tradición sureña.
Y a ti, ¿cuál destino del sur de Chile te gustaría visitar?