Cuantas de nosotras hemos escuchado que los hombres son calientes y ya está. Y lo cierto es que si lo creemos así las relaciones se simplificarían bastante ya que bastaría con darle un poquito de “amor” extra a nuestro macho y listo. Pero definitivamente, cuando hablamos de relaciones - especialmente de hombres y sexo - la cosa va mucho más allá de la situación física.
Digamos que me sorprendí después de hacer algunas averiguaciones con mi círculo cercano. Porque sumado a lo que había investigado sobre el hecho que los hombres también pueden decir que no a la hora del sexo apelando a sentimientos e, incluso, un dolor de cabeza, ellos son mucho más complejos a la hora de irse a la cama con una mujer. Hay mucho en juego y va más allá de creer que ellos sólo piensan con lo que tienen entre medio de la piernas (insisto, es el comentario más machista y tonto que he escuchado, pero nos demuestra una vez más que la sociedad nos hace creer cosas quitándole complejidad a todo).
Seamos claras y realistas: para hombres y mujeres el primer polvo casi siempre es netamente piel, ganas de una aventura nueva y excitante. Casi siempre. Hay veces en que una le echó el ojo al lolito desde antes y pudo haberse enganchado un poco, así que hacerlo puede tener una onda distinta. Pero, aunque ustedes no lo crean o les cueste imaginarlo, los varones también se ponen nerviosos en la primera cita y se preocupan de bastantes detalles antes y durante.
Luego de algunas conversaciones con amigos respecto de lo que les ocurría durante el sexo y en qué pensaban, las palabras que más se repitieron fueron nerviosismo, disfrutar, empatía y entregar placer.
Así es, ellos también se ponen nerviosos y lo que más les preocupa es que todo salga bien, o sea, que nosotras también lo disfrutemos. En serio. Es por eso que hay algunos chicos que se fijan muchísimo en los detalles para ir trazando el camino a seguir, poniendo ojo en cómo y cuándo nos movemos o cómo respiramos, porque si nos gustó cierta cosa podría gustarnos otra similar, en fin, un largo etcétera.
En definitiva, más que pensar los hombres sienten y prestan atención a los detalles. Para los que les gusta el jugueteo previo es esencial la conexión entre ambos, aunque se conozcan poco. Cuando hay química la cosa fluye de manera más fácil para ellos. De hecho, en ese juego se puede sentir mucho más dejando el orgasmo sólo como el punto cúlmine de una situación más compleja y entretenida.
Un entramado de sensaciones, así me dejaron en claro que sentían la sexualidad, y ese entramado se manifiesta en su mente al minuto de sentir. Ellos quieren estar atentos a qué hacer y también a qué no hacer. Quieren jugar, disfrutar, pero por sobre todo sentir. Y a pesar de que en muchas ocasiones se puede dar un orgasmo porque es inevitable, cuando más lo disfrutan es cuando la tarea se desarrolló completa, conectados, con diversión y mucha pasión (por supuesto que se dejan llevar al final, además, está comprobado científicamente que en el orgasmo dejamos de pensar, ¡en serio!).
¿Qué tal? Incluso, algunos que ya llevan un tiempo con sus parejas comienzan a preocuparse de no caer en la rutina, ¡y pensar que decían que eso sólo era cosa de mujeres! Así que no es necesario caer en los estereotipos a la hora de irnos a la cama con un chico. Ellos también son un mundo por descubrir , sienten y se ponen nerviosos igual que nosotras. Hablamos de un minuto de conexión y, por sobre todo, de sentir al máximo.
Y ustedes ¿se imaginaban ese mundo complejo en la cabeza de los hombres a la hora del sexo?
Imagen CC Jorge Miente.