Siempre he tenido mucha suerte con mis parejas, me han tocado hombres muy buenos y generosos. Más de alguna vez, una de nosotras ha estado con problemas económicos y han sido nuestros hombres quienes nos han salvado.
Claro que las relaciones tienen muchas aristas: podemos entendernos perfectamente, comunicarnos, escuchar al otro, llevarnos bien en la cama incluso, pero cuando se interpone algo llamado “Don Dinero” puede llegar a producir un verdadero torbellino en nuestras vidas.
Llevaba muchos años con mi pareja, todo iba muy bien hasta que un día comenzamos a tener problemas económicos y debimos organizar más rigurosamente nuestros gastos. Al principio pensábamos que sería muy fácil. ¡bastaba ahorrar un poco más y todo saldría perfecto! Pero ¡no, era muy distinta la realidad!
“¡Mi amor quiero ir a la playa!” “¡Pero como se te ocurre si apenas nos alcanza para la mercadería!” “¡Yo tengo ahorrada una platita!” “¡No, eso es para casos de emergencia!” Y ahí quedaba triste, enrabiada y sin saber qué hacer. Ya que tampoco podía irme sola fuera de Santiago y menos invitar a alguna amiga o el escándalo que vendría se los encargo. ¡Seguro también les ha pasado!
Si bien es cierto el dicho “la plata no hace la felicidad”, es súper necesaria, más aún cuando se está en pareja o se convive. Hay muchos gastos de por medio: el arriendo, los servicios básicos, la comida, el esparcimiento hasta el alimento del gato o perro cuando se tiene. Todo va sumando y el dinero, volando.
Es entonces cuando colapsamos: vemos que nuestra pareja piensa totalmente distinto a nosotras, priorizamos en forma diferente nuestros gastos. Ahí, sólo quisiéramos “huir” a la casa de nuestros padres para que nos ayuden como cuando éramos niñas. Pero ¡no, así no se arreglan las cosas, sino enfrentándolas! Sabemos que es un tema difícil de llevar, más aún cuando está de por medio esa relación que tanto nos ha costado construir y mantener. Con una conversación honesta, exponiendo nuestros puntos de vista y respetando al otro podemos resolver el conflicto. Además, ¡qué mejor que con un cuaderno y lápiz que nos ayuden a organizar en conjunto todo! Quién sabe si por ahí sale esa escapada a la playa que tanto anhelamos. ¡Para problemas de dinero, la mejor receta es: amor, respeto y organización!
Foto CC vía wwarby